En medio de un zafarrancho por no decir un completo caos, la Cámara de Senadores eligió a la nueva cabeza de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
El partido Morena volvió a mostrar el musculo que le ha distinguido desde el inicio de la actual legislatura, e impone a Rosario Piedra Ibarra, hija de la eterna luchadora Rosario Ibarra de Piedra y entre gritos, golpes, puntapiés, manotazos, jaloneos e insultos y con la tribuna tomada por el PAN, Rosario Piedra Ibarra tomó protesta como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para el periodo 2019-2024. Lindo espectáculo nos brindaron los senadores.
Show completo por parte de la fracción panista, con Gustavo Madero al frente contra el senador morenista Salomón Jara, quienes forcejearon hasta que el panista cayó al suelo ante el embate de las senadoras morenistas, Martha Guerrero y Citlalli de la Mora, que estaban en apoyo a su compañero.
El mensaje para la sociedad no es bueno, es tomado como una vil imposición sin ningún recato, sincortesía democrática de nivel o algo por el estilo. Fue una burda imposición, lo que ocasionó renuncias en cascada en el Consejo Consultivo de Derechos Humanos.
La señora Piedra Ibarra llega pero con muy mala imagen y con la sociedad y los organismos civiles de lucha por los de derechos humanostotalmente en su contra, cosa que no le va ayudar en nada. Debió ella misma, proponer la reposición de la elección, pero no fue así, eso hubiese validado por mucho, su carácter de luchadora. Todavía no llegan y ya se transforman.
