Como prólogo de la colaboración, he de recordar que cuando la energía se expresa, se expande, un pensamiento es energía en movimiento y el único lugar por donde se puede expandir es a través del cuerpo.
Un pensamiento siempre produce una emoción y emoción significa moverse desde un lugar, es decir, producir un cambio.
Pero lo contrario también es correcto: tú puedes mover el cuerpo para que produzcas una emoción y finalmente tengas un pensamiento, es el recorrido al revés, técnica poderosa para “cortar” con pensamientos destructivos o simplemente molestos. Como la energía no se destruye, tienes que transformarla.
Seguramente eres testigo y víctima de tus cambios de humor, te enojas y frunces el ceño, te entristeces y los ojos toman una ligera curva hacia abajo, te preocupas y probablemente te truenas los dedos o haces alguna otra expresión física.
Para ayudarle a tu pensamiento desde el cuerpo tienes que HACER algo, lo escribo con mayúsculas por que no es PENSAR algo, sino hacerlo.
Aquí pongo un ejemplo: seguro conoces a quien tiene un pensamiento catastrófico y que una gripa la convierte en cáncer de garganta y eventual pérdida de toda salud y por consecuencia la muerte. Pues bien, no es suficiente decirse con el pensamiento “para”, “deja de pensar en eso”, “detente”, lo verdaderamente importante es introducir una acción que te genere un sentimiento.
Una palabra hablada es una acción, una sonrisa es una acción, cerrar los ojos es una acción, pero lo más importante es darle significado a esa acción, para que generes el sentimiento que estás buscando.
Un cliente tenía problemas de ira, parecía que todo le enojaba; al trabajar su ira decidió que esbozar una sonrisa le conectaría con lo divino en él, con la perfección, con la paciencia y con el amor, eso le generaría un sentimiento de tranquilidad y de orgullo por poder controlarse, así que lo comenzó a entrenar y así de a poco, logró ir más allá de su cuerpo y se generó la paz que tanto anhelaba.
Subrayo la palabra entrenar porque el resultado no es inmediato, hay que trabajarlo una y mil veces para obtener lo deseado, pero mientras no empieces, es seguro que no lo lograrás.
Así que a encontrar la acción desactivadora y a seguir siendo felices.
¡Abrazos todos!
