Política

“Abrazar el caos”: los claroscuros de Uber

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“¡La violencia garantiza el éxito!”, con esas palabras el fundador y ex director general de Uber, Travis Kalanick, desestimaba los enfrentamientos entre choferes de esa empresa con taxistas y la policía, que despertó la llegada del servicio de taxi por aplicación a países europeos.

No solo eso, Kalanick instaba a sus ejecutivos a aprovechar en su favor esos choques violentos.

“Si se encienden fuegos ¡abracen el caos! Eso significa que están haciendo algo significativo”, son frases contenidas en comunicaciones de Kalanick hechas públicas esta semana por el diario británico The Guardian en la serie “Los Papeles de Uber”.

La filtración masiva de más de 124 mil documentos fue hecha por un alto ejecutivo de la compañía y exhibió los cuestionables métodos utilizados por esa empresa para conquistar mercados.

Este es el segundo gran escándalo que sacude a Uber después de la renuncia forzada de Kalanick, en 2017, al enfrentar la empresa acusaciones de discriminación de género, acoso sexual y un ambiente hostil de trabajo.

También en México la llegada del servicio de Uber estuvo acompañada de protestas de taxistas, enfrentamientos a golpes, incendio de vehículos, vandalismo, persecuciones, disputas legales, leyes a modo para prevenir su entrada y una errática política federal de dejar hacer y dejar pasar para que cada estado o ciudad regulara su presencia.

Sobre esas complicaciones, el nuevo director ejecutivo de Uber, Dara Khosrowshahi, dijo en entrevista a MILENIO en marzo pasado lo siguiente:

“Creo que el reto más grande para nosotros ha sido el diálogo sobre las regulaciones que hemos tenido que tener en cada ciudad y en cada provincia porque en México, las leyes locales difieren mucho de un lugar a otro y eso lo puede complicar mucho para una empresa global que quiere hacer lo correcto”.

México fue el primer país en que Uber abrió oficinas en Latinoamérica y desde 2013 hasta la fecha han invertido unos 31 mil millones de pesos, mientras que los conductores y dueños de autos han generado aproximadamente 166 mil millones de pesos.

Tiene más de 200 mil “socios conductores” y unos ocho millones de clientes en las 70 ciudades y 27 estados en los que opera, donde también ha afiliado a más de 35 mil restaurantes para su servicio de reparto a domicilio.

Con todo, no han logrado entrar en Hidalgo, Guerrero, Oaxaca, Campeche y Veracruz, mientras que en Quintana Roo y Yucatán han tenido una accidentada presencia, con leyes que los vetan.

Y si bien sus servicios son esenciales para miles de personas, sus costos negativos para la sociedad —externalidades como les llaman los economistas— también están a discusión, desde la precarización del trabajo de sus “socios”, hasta la parte que juegan en el incremento al tráfico y la congestión, el número de accidentes, el deterioro del transporte público, la contaminación y daños a la salud.

El debate sobre sus beneficios, costos, regulación y servicios está abierto… y junto con Uber, el de Cabify, Bolt, Beat, Cornershop, Didi, Rappi, SinDelantal, Uber Eats, entre otras.

hector.zamarron@milenio.com 

@hzamarron 

Actualización:


En Xalapa y el puerto de Veracruz, Uber sí tiene operación con su producto Uber X. En Oaxaca, Uber Taxi está disponible en el estado y en Campeche, está disponible el servicio de Uber Moto.







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Héctor Zamarrón
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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