Auditoría Superior de la Federación, un término que en días pasados hemos escuchado mucho y que ahora Manuel Andrés López Obrador MALO y sus seguidores están empeñados en destruir. Pero, ¿Qué es la ASF? Podemos decir que es el órgano técnico especializado de la Cámara de Diputados dotado de autonomía técnica y de gestión, que se encarga de fiscalizar el uso de los recursos públicos federales de los tres poderes de la Unión, de los órganos constitucionales autónomos, de los estados y municipios, y en general de cualquier entidad que haya captado, recaudado, administrado, o ejercido recursos públicos federales.
La ASF informó que detectó que durante el primer año del gobierno de MALO existieron recursos utilizados de manera irregular por 100 mil 914 millones de pesos, de ellos hasta el momento no se han aclarado ni devuelto el 98.1 por ciento; de esa cantidad 44 mil 422 millones ya se presumen como probables daños al erario público y la ASF debe recuperarlos; 55 mil millones se deben aún comprobar en que se emplearon. Solo se detectaron irregularidades en el gasto por 67 mil 498 millones de pesos en ese primer año.
Preocupan las graves irregularidades detectadas en los proyectos insignia del señor López, iniciando porque el gobierno federal asignó sin licitar nueve de cada diez contratos públicos, con toda la arbitrariedad que eso implica. En el programa de los llamados Siervos de la Nación, y que funciona solo con fines electorales, se presentan inconsistencias económicas por más de 561 millones de pesos, en Adultos Mayores deficiencias de control de pagos a 82 mil 870 beneficiarios, reporta que la Secretaría de la Función Pública se negó a entregar información auditable. En resumen, los programas del gobierno federal son un cochinero, pero como en el costo de cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México incluyeron partidas futuras que son parte del costo, pero aún no se erogan, con eso tuvieron para crear un gran distractor y que no se hable del resto de las partidas observadas por la Auditoría Superior de la Federación, pero no olvidemos estas, principalmente en los programas sociales, refinería Dos Bocas, Santa Lucía, Salud, Guardia Nacional y Tren Maya, entre otras. Del error en el cálculo del costo de cancelar del NAIM que se valúa en 331 mil 966 millones de pesos, es fácil explicarlo, fue un problema de “neteo” dirán algunos, yo lo que creo es que dado el avance físico de la obra del NAIM lo más adecuado, económico y rentable era terminarlo. Dentro del costo se señalaron intereses aún no pagados y los puristas afirman que no se debió considerar ese costo hasta que sea efectivamente pagado, pero además olvidan que falta recomprar bonos por 4 mil 200 millones de dólares y pagar los intereses correspondientes. Por ello amigo lector considero que la estimación realizada por la ASF se quedó corta, y que el costo real de la cancelación, en el tiempo, será muy superior a lo estimado, además de las pérdidas colaterales que esa cancelación generó. Si el Presidente dice tener otros datos del costo del aeropuerto que los muestre, aclarando, además, todas las observaciones de la ASF a sus programas y obras faraónicas.
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