Cultura

Margaritas a los cerdos

  • Sentido contrario
  • Margaritas a los cerdos
  • Héctor Rivera

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Hoy día el mundo les pertenece en gran medida a los cerdos. Quién iba a decir que esos animalitos medio repugnantes que viven revolcándose en el lodo acabarían apoderándose de una gran tajada del mundo mientras uno pensaba que solo eran capaces de darnos unos sabrosos tacos de carnitas con cueritos o de chicharrón, acaso unas ricas tostadas de pata. Parece que han llegado a su fin los días en que los niños lloraban en la oscuridad de las salas cinematográficas mientras preguntaban a gritos sobre el destino de la mamá del cerdito Babe, que para entonces no era más que una jugosa pierna de jamón rumbo a las mesas de los glotones consumidores.

Hasta hace poco la vida social y financiera de los cerdos no llegaba mas allá de los encabezados de los diarios de todo el mundo, que daban cuenta de los locos devaneos amorosos de la popular cerdita Miss Piggy. Cuatro años atrás, en efecto, la coqueta cerdita dejó a todos con el ojo cuadrado cuando hizo pública su separación de la Rana René luego de cuatro décadas de intensa relación afectiva. Por supuesto se estremeció también el mundo de los cerdos, que parecía tan sólido, cuando la pareja que constituye el eje fundamental del show de los Muppets, creado por el talentoso Jim Henson en los años 50, hizo pública su decisión a través de sus cuentas en las redes sociales:

“Después de minuciosas consideraciones, cuidadosas reflexiones y muchas riñas, hemos tomado la difícil decisión de terminar nuestra relación romántica; nuestras vidas personales son ahora distintas y separadas, y veremos a otras personas, cerdos, ranas, etcétera.”

Todo el mundo sabía de los altibajos en la compleja relación entre la impredecible cerdita y la tortuosa ranita pero nadie imaginó que las cosas entre ellos llegaran a tal extremo.

Pero todo fue una trampa de la más vil mercadotecnia. En realidad la pareja se disponía entonces a publicitar el lanzamiento de una nueva emisión televisiva destinada al público adulto con la cerdita y la rana como protagonistas.

Cuando el incipiente imperio de los cerdos parecía resquebrajarse de un día a otro, los puerquitos comenzaban a apoderarse del mundo. En una muy estructurada operación fingían ir por el mundillo del espectáculo cuando se proponían apoderarse de las finanzas.

La jugada maestra acaba de cuajar hace unos días dejando a todos bastante sorprendidos. La conocida cerdita Peppa Pig ha dado el golpe definitivo al vender su alma, su corazón y, sobre todo, su imagen a Hasbro, la firma estadunidense que ha amasado una buena fortuna con la fabricación de juguetes, entre otros exitosos negocios. Y se ha vendido muy bien: la empresa británica Entertaiment One, que tenía en sus corrales a Peppa, ha recibido en el negocio unos 3 mil 650 millones de euros.

Mientras contempla un promisorio futuro, Peppa andará clamando ahora: ¡cerdos del mundo, uníos! 

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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