Vengo del futuro: El coach es el sacerdote del desarrollo humano, se enseña pseudociencia en algunas "universidades", la Psicología es la prostituta del neoliberalismo y es manoseada por cualquier imbécil y lo peor !nadie se alarma!... Caray ¿es el presente? Lo terrible y vergonzoso del marchanteo de los coaches y terapeutas alternativos, no es sólo que vendan sus servicios, sino que venden su silencio. El mensaje es contundente: "Los problemas que vives no son estructurales, sino individuales", "Tú tienes la culpa de vivirlos", "La mente es un simple "stock" de recursos psíquicos al servicio del mercado", "El problema es tu actitud". Empresas y personas, se disfracen de "managers" de superación personal y cobran cínicamente por ofrecer tratamientos proteicos del Yo. Ahora todos deben ubicarse taxonómicamente en un grupo específico; crossfiteros, vigoréxicos, runners, seres de luz, selfmaniacos o líderes carismáticos que nada les importa el cultivo de la humanidad, el fomento de una educación liberal que produzca ciudadanos libres que se sepan dueños de sus propias mentes, deliberantes y reflexivos, y no solamente adeptos a la colisión de preferencias carentes de análisis (Nussbaum, 2011). Pensar, no está de "moda" y por ello millones de personas prefieren el nuevo evangelio del capitalismo salvaje: "Si lo crees, lo creas"; es decir, el sujeto sometido ni siquiera es consciente de su sometimiento.
El gran problema del cartel de los coaches, pseudopsicólogos y el vómito de propuestas "light" que trafican, es que las falacias que divulgan no sólo pervierten e infantilizan a sus víctimas. Además, abren las puertas al fanatismo y le cierran la entrada a la razón y a la libertad. Afirmar que el coaching y otras tantas intervenciones espurias de desarrollo humano son una forma holística de acceder a la salud mental, es como decir que el retraso mental es una forma de genialidad, el psicoanálisis una ciencia o que el ateísmo es una religión.¿Por qué existen tantos coaches e ingenuos que les creen? Dos probables razones: "Coaches" depositan en el exterior lo insoportable de sí mismos. Adeptos, buscan la utopía del hombre "feliz" porque su historia es esencialmente triste.
Twitter: @HectorCerezoH