Insisto, no se vislumbran obras para el sur de Tamaulipas de gran envergadura por parte del gobierno federal ni a corto ni a mediano plazo.
Salvo un hospital del Issste que debió haber sido entregado e inaugurado por la pasada administración, además de la lomita del puente roto que, por cierto, ya tardó su terminación más que lo que duró levantar el Puente Tampico sobre el río Pánuco.
En cambio, veo con ojos de envidia que en Nuevo Laredo se construirá la Agencia Nacional de Aduanas de México; la terminación de la carretera Tula-Hidalgo.
Un gasoducto en Reynosa; el Puerto Seco y un Recinto Fiscal Estratégico en Ciudad Victoria, además de una segunda línea del acueducto de la presa Vicente Guerrero, también del centro de Tamaulipas.
Pero no solo hay escasez de obras en el sur; a esta región le afecta y le incumbe lo que les suceda a sus vecinos los veracruzanos, hidalguenses y potosinos, ya que por miles laboran en Tampico, Madero y Altamira y es aquí a donde vienen a estudiar, a recibir atención médica y a hacer sus compras cotidianas.
Si para reparar la carretera Tuxpan-Tampico pasaron décadas, imagínense lo que falta para que algún día sea digna y segura la carretera Tampico-Tamuín, y no se digan los caminos que unen a Tamaulipas con poblaciones de otros estados colindantes.
Pasar por el Moralillo ya es causa de depresión, ese sector veracruzano colindante con Tamaulipas, en donde habitan más de 15 mil personas en las seis colonias que lo conforman.
Y qué decir de Tamós, pueblo olvidado por cualquier gobernante estatal o federal, en donde sus 5 mil pobladores sobreviven con un atraso tercermundista.
López Obrador, en sus casi seis años de gobierno, visitó rara vez la región y menos aún a Tampico, con forzadas escalas porque aquí está el aeropuerto.
Pero en realidad solo se daba sus vueltas a la refinería de Ciudad Madero, y mucho menos acudía a poblados norveracruzanos.
Ayer en el Congreso se trataron importantísimos rubros que tienen que ver con los ingresos y egresos; veremos con atención cómo le irá al sur de Tamaulipas para señalar si habrá piso parejo.
Porque en lo federal, de plano estamos olvidados, salvo que la nueva Presidenta se digne a voltear.
