La presidenta fulminó a Jorge Romero y los cientos -¿decenas?- de panistas que el sábado fueron al frontón México para relanzar a su moribunda organización política: la insensibilidad absoluta de hacer un evento cuando apenas habían pasado nueve días de la tragedia en cinco estados de país a raíz de la fuerte lluvia que arrasó comunidades enteras.
Insensibilidad que no tienen los morenistas por lo menos en discurso y propaganda, donde una pequeña lista de acontecimientos nos dejaría claro la doble moral y el discurso mustio emanado desde Palacio Nacional.
El mismo sábado, Layda Sansores danzaba en los pasillos del estadio de Ciudad Universitaria. Invitada por la directiva del Cruz Azul, la gobernadora de Campeche -estado vecino a Veracruz- disfrutó del show de drones (muy lubricado) y festejó el triunfo ante el América. Tal proeza no podía vivirse sin pasión y menos sin la sensibilidad que un aficionado como Sansores tiene por su equipo.
Gerardo Fernández Noroña anunció un viaje a Palestina a través de Emirates. Luego de pedir licencia, el senador, ex presidente de la mesa directiva de la cámara alta, viola la ley de responsabilidades de funcionarios públicos pero busca una salida tramposa -otra más- para poder recibir la dádiva desde los Emiratos Árabes Unidos y viajar a todo lujo (como una persona de su altura física requiere) a la zona de conflicto. Noroña quiere mostrar lo sensible que es al conflicto en Medio Oriente, pero a todo lujo y no en flotillas donde no pueda hacer transmisiones donde recibe recursos oscuros a través de donativos millonarios y anónimos.
Sergio Gutiérrez Luna recibe -junto con decenas de diputados- a la Sonora Santanera. Decide festejar en pleno recinto de San Lázaro los 70 años de la organización con un baile donde él -de origen veracruzano- y su esposa -la inefable legisladora conocida como “dato protegido”- son sensibles ante el arte y música del mítico ensamble musical.
Cuauhtémoc Blanco es sensible del corazón. El originario de Tepito debe ejercitarse para evitar un infarto y lo hace en la mañana para aprovechar los rayos del sol y generar melatonina. El problema es que su rutina de ejercicio se cruza con sus obligaciones legislativas. El ex futbolista se duplica y, a través de la tecnología, atiende sus reuniones mientras pelotea con amigos. Dios guarde al ídolo de la juventud de los 90 que, irreverente y pendenciero, sigue siendo inmune a los alegatos en su contra.
Por último, los propagandistas de la presidenta. El viernes, los medios afines -y pagados- al gobierno publicitaron una fotografía épica de Claudia Sheinbaum caminando sobre el lodo. LIDERAZGO convertido en imagen que terminó en una triste inspiración de memes. No es para menos: a metros de donde se tomó la foto, los buitres se comían restos humanos que no se movían porque no era la responsabilidad de ninguna de las ramas del gobierno que estaban en la región.
Cada una de estas viñetas muestra lo sensibles que son los políticos actuales. Sensibles en sus frivolidades y pequeñez social. Sheinbaum lo sabe y lo encubre o, lo que estaban peor, no puede frenarlo.
Nada sería más que anecdótico si no fuera porque cada retrato sería una razón para sacar a patadas a los que hoy gobiernas, si no fuera que la sociedad está anestesiada, normalizado el latrocinio y la estupidez política.
Mientras, la extorsion, los asesinatos, el desabasto y la inflación siguen en la calle muy lejanos de la felicidad dela mañanera cotidiana.
Insensibles todos al infierno que vivimos.