Política

Y tú… ¿qué te llevarías a una isla desierta?

¿Algún día te has preguntado qué te llevarías a una isla desierta? ¿Qué no podría faltar en tu casa ante una invasión zombie? Ante esas preguntas que típicamente nos formulamos en forma de juego con nuestros hijos, seguramente ninguno de nosotros respondió: “papel de baño”, pues antes de él, estoy segura, hay una enorme lista de imprescindibles para garantizar nuestra supervivencia y que tienen que ver más con la comida o bebida.

Sin embargo en los últimos días, hemos sido testigos de un comportamiento completamente irracional y hasta cavernícola, de querer dejar vacíos los estantes del centro comercial como si en lugar de “Covid-19”, fuera una enfermedad diarreica la que está provocando la epidemia. Un comportamiento que denota nuestro más oscuro egoísmo: desde llevarte un arsenal de gel desinfectante a casa, sin pensar que al dejar al vecino sin protección de igual manera te pones en peligro; hasta de alegrarte diciendo “sólo se mueren los viejitos” como si no tuviéramos a alguien cercano de esa edad o como si nosotros mismos no fuéramos a llegar algún día a ese escalón de la vida; pues hoy es el Coronavirus, pero el año que viene o dentro de diez otro virus puede nacer.

También han aflorado aquellos que pareciera que disfrutan sembrando el pánico, los que magnifican, los que exageran, los que se adelantan a compartir información que no está confirmada. Como si ganar una noticia los hiciera más grandes o importantes. Ahora más que nunca, quienes formamos parte de un medio de comunicación como este, quienes estamos detrás de un micrófono, debemos entender lo importante que es informar con responsabilidad.

Pero incluso como sociedad, en esta era de las redes, también es responsabilidad de todos lo que se comparte. Pues un tsunami de información falsa está corriendo en los grupos de WhatsApp y en las redes sociales. Desde teorías de conspiración política hasta profecías falsas de Nostradamus que lo único que generan es pánico, que no sólo no ayudan sino que baja anímicamente nuestras defensas y nos vuelve vulnerables a la enfermedad.

Porque podrás estar muy limpio y desinfectado, podrás tener un búnker en casa fabricado con papel de baño, pero si no combates al virus en la mente, en las conversaciones y especialmente en lo que sientes, de nada te va a servir lo demás. Estás permitiendo que el virus se meta en tu vida en forma de duda, de incertidumbre y de miedo; y por más que intentes tomar acción física, si el virus te tiene atrapado en tu sentir, seguirá prosperando. Toma tus precauciones y medidas higiénicas. En la medida de lo posible mantente en casa. Y tras saber que haces lo correcto suéltate, relájate. Modifica tu patrón del miedo para que no permitas al virus llevar la delantera. Lo invisible crea lo visible.

O a ti ¿qué te dice el espejo?

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Gina Serrano
  • Gina Serrano
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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