Cultura

El miembro fantasma

Siempre me ha llamado la atención el tema del miembro fantasma, esto es, el brazo o la pierna perdidos en un accidente o en la batalla. Miguel de Unamuno acuñó el término “ternura de la convivencia” lo que, traducido al buen romance, significa que si alguien, en una pareja que ha tramontado veinte años, por decir lo menos, pierde una de sus extremidades, le duele el miembro fantasma, pero además esa pérdida le duele a su pareja, es decir, a la pareja le duele la pérdida del órgano que perdió su compañera/compañero. 

Misteriosos son los vericuetos de la vida humana. 

Duele un brazo inexistente; duele una pierna inexistente. 

¿Por qué? Porque, como dijo el poeta Gastón Baquero (y lo dijo en Torreón en la casa de la cultura que comandaba o presidía el gran animador y poeta Fernando Martínez): 

“lo terrible no es haber perdido un brazo; lo terrible es la memoria de haber tenido un brazo que perdimos”. 

Ya sé: en el homúnculo, a nivel cerebral, estamos completos, pero que Dios nos guarde para llegar al cielo íntegros y con la fe encendida. 

Y si, por alguna extraña razón, el destino nos sustrae un brazo, un dedo o una pierna, que nos sea leve y que podamos celebrar El Oro de la vida así sea incompletos. 

Porque la perfección no es humana. Pregúntenle al imperecedero Manco de Lepanto. Ah!

Google news logo
Síguenos en
Gilberto Prado Galán
  • Gilberto Prado Galán
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.