Viernes 11 de septiembre de 2020. 7:05 am. Amanece despacio y sin fuerza. La revista The Atlantic (anteriormente The Atlantic Monthly), es una publicación cultural estadunidense cuyo primer número apareció en noviembre de 1857.
En ese primer número quedó establecida la misión literaria, artística y política de la revista, mediante un pronunciamiento firmado por grandes figuras de las letras y el pensamiento norteamericano. Firmaron, entre otros, Ralph Waldo Emerson, Herman Melville, Harriet Beecher Stowe y Nathaniel Hawthorne.
La revista nació apoyando causas como la abolición de la esclavitud en Estados Unidos y dando su respaldo explícito a la candidatura presidencial de Abraham Lincoln.
A lo largo de más de 160 años de existencia, la revista ha publicado autores de la talla de Mark Twain, Ernest Hemingway y el poeta Robert Frost, y ha tomado parte en luchas progresistas como el movimiento de derechos civiles para la población afroamericana. Como cuando se publicó la famosa Carta desde la cárcel de Birmingham de Marthin Luther King Jr.
También se publicaron ahí grandes exponentes del movimiento feminista como la activista ciega y sorda Helen Keller o grandes expertas en política internacional como Anne-Marie Slaughter.
La revista predijo el surgimiento del islamismo radical en “Las raíces de la ira musulmana”, un artículo visionario publicado en 1990 por Bernard Lewis, uno de los mayores expertos en el Oriente Medio. Entre sus colaboradores actuales destacan la historiadora Anne Applebaum y Ta-Nehisi Coates, escritor estelar de la literatura afroamericana contemporánea.
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12:30 pm.
Una nota de Kerry Flynn en la sección de negocios del portal CNN informa que “el presidente Trump descalificó a The Atlantic como una publicación moribunda después de que reprodujera una explosiva historia sobre el desprecio presidencial a los americanos que murieron en la guerra”.
“No obstante, la revista de 163 años no solamente está lejos de la extinción, sino que experimenta un rápido e inesperado crecimiento en suscripciones”.
Desde que empezó a cobrar por acceder a su portal hace un año, The Atlantic ha ganado 325 mil suscriptores, pero solamente el fin de semana pasado obtuvo 20 mil de esos nuevos suscriptores después de que el editor en jefe de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, publicó su artículo exitosísimo titulado “Trump: Los americanos muertos en la guerra son “perdedores” e “imbéciles.” Es decir, el artículo que llevó al presidente Trump a descalificar a la revista.
La meta de la revista era ganar 110 mil suscriptores dos años después de fijar el filtro de pago en el portal de internet, de acuerdo con el presidente de la compañía Atlantic Media Michael Finnegan, de manera que el crecimiento de los suscriptores es casi tres veces superior a lo esperado. Si se suman los suscriptores anteriores a la edición impresa, la revista estima llegar al millón de suscriptores en diciembre de 2022.
No obstante, la caída en ingresos por publicidad como consecuencia de la pandemia había obligado a la revista a cerrar su sección de video, a cancelar todos los eventos presenciales de presentación editorial y despedir al 17% de sus colaboradores (68 empleados) en mayo pasado.
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2:30 pm.
La hora sagrada. La revista ha sido consistente en su cobertura muy crítica del manejo de la pandemia por parte del presidente Trump. Ha publicado más de 13 reportajes abundantemente documentados con cifras sobre los errores presidenciales en la pandemia y este mes publicó un artículo de su reportero especializado en ciencias médicas, Ed Yong, titulado “Cómo la pandemia derrotó a Estados Unidos”.
Ed Yong goza de gran reconocimiento en el periodismo científico pues hace dos años publicó un ensayo de largo aliento en The Atlantic pronosticando la posibilidad de una pandemia catastrófica que tomaría por sorpresa al sistema de salud estadunidense.
Los ingresos por publicidad de The Atlantic han caído continuamente en el último año y en internet compite con los portales de publicidad de Facebook y Google.
Goldberg (el editor en jefe) atribuye el crecimiento en el número de lectores a la calidad periodística de sus textos.
“Continuamente intentamos golpear por encima de nuestra categoría de peso boxístico” declaró Goldberg a CNN. “Tenemos la ventaja de que nadie viene a nosotros buscando notas deportivas, reportes viales o pronósticos del clima. Nuestros lectores no esperan otra cosa que no sea historias excelentes sobre asuntos trascendentales”.
Todo es muy raro, caracho. como diría Moliere: “Casi todos los hombres mueren de sus remedios, no de sus enfermedades”.
Gil s’en va
gil.games@milenio.com