Gil estaba comiendo sus alimentos probióticos, sustancias increíbles que mejoran la digestión, dicen los especialistas. Se trata de microorganismos vivos, bacterias o levaduras. Vivos, señores y señoras, comemos esas cositas que además pueden aliviar síntomas de ciertas enfermedades. Gran cosa los probióticos, pero resulta que, además, estamos hechos de plástico. Gil lo leyó en un artículo de Alonso Cueto: una investigación reciente nos informa que todos tenemos micropiezas de plástico en el organismo. Nadie se salva, dice Cueto, ni aunque nos vayamos a la isla más remota podemos escapar de ingerir el plástico. Está en todos los alimentos: “los tenemos en el corazón, en los pulmones, en los riñones. La medicina no sabe aún que consecuencias tendrá para nuestra salud. Los niños crecerán con el plástico heredado”. Probióticos y microorganismos plásticos en el cuerpo, ese es el dilema.
Ricardo perdido
Ahora resulta que los legisladores de Morena se pierden y ni sus luces. Una nota de la redacción de su revista Proceso informa que “Ricardo Monreal, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, informó que no asistirá al Consejo Nacional del partido, previsto para este 20 de julio. Además, descartó que esté hospedado en un hotel de lujo en Madrid, España.”
Éjele Ricardo, a Gil se le hace que usted anda en unos hotelotes de lujo. Qué Consejo Nacional del partido ni que ocho cuartos, ahí se ven, yo tengo cena en un restorán de Madrid.
Ricardo le envió una carta a la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, en la cual el legislador argumentó que su inasistencia se debe a un compromiso familiar previamente adquirido, el cual coincidió con la realización del evento político. Ah, ¿compromisos? ¿Aniversario de bodas, reunión con su hermanito?: “El compromiso familiar lo hice antes de conocer la fecha del evento político (...) A la vez, le ofrezco una sentida disculpa por mi inasistencia a dicho evento, ya que con anterioridad contraje un compromiso familiar aprovechando el receso parlamentario de la LXVI Legislatura”. La risa en vacaciones.
Al compartir la carta en sus redes sociales, el diputado también calificó como “falsas” las versiones que lo ubicaban en el Hotel Villa Magna de Madrid. Ah, caramba estos legisladores de Morena se despachan con el cucharón del puchero. No estoy donde estoy y punto com.
La aclaración se dio luego de que circularon en redes sociales publicaciones de medios y periodistas, entre ellos, Claudio Ochoa, en las que se mencionaba que Monreal se encontraba en ese hotel, para asistir a un festejo del diputado Pedro Haces. ¿Otra vez don Pedro? Este legislador sindicalista no para, va de sarao en sarao y arrastra con él a todo Morena. Gil ya dijo, y lo repite: cinismo canalla.
El diputado Monreal es republicano: “Como en ocasiones anteriores, le refrendo mi apoyo institucional a cada uno de los acuerdos que por mayoría o consenso asuma el Consejo Nacional de nuestro movimiento”.
Adán equilibrista
A Gil le dirán la misa de Morena, pero algo pasa en ese partido. Huele a gas. Gil lo leyó en su periódico MILENIO: “Una supuesta carta de renuncia de Adán Augusto López comenzó a circular este sábado en redes sociales, aunque su contenido fue desmentido por el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña”.
Ah, gran cliente de esta página del fondo. En sus redes sociales, Fernández Noroña afirmó que “es falsa la carta de una supuesta renuncia de mi compañero y amigo Adán Augusto a la coordinación” de los senadores de Morena. La falsa misiva está dirigida al Consejo Nacional de Morena (que sesiona este domingo), fechada el 19 de julio y contiene una supuesta rúbrica del tabasqueño: “en congruencia con esos principios y con el sentido de responsabilidad que exige este momento, he tomado la decisión de presentar mi renuncia a la Coordinación del grupo parlamentario de Morena en el Senado de la República. Ante la apertura de investigaciones relacionadas con la actuación de quien fuera mi secretario de Seguridad Pública durante mi gestión como gobernador de Tabasco, considero indispensable hacerme a un lado, para que las instituciones actúen con total libertad, sin ningún tipo de interferencia”.
Anjá, sí, como ño. Esa falsa carta le daría al senador una, como decirlo, dignidad que en nuestros días no crece en la maceta de Morena.
Todo es muy raro caracho, como diría Ernesto Sábato: “Al parecer, la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de globalización”.
Gil s’en va
