Gil veía llover y se acordó de la anécdota de Borges. Él y su padre frente al mar, bajo la lluvia, entonces él le dice a Borges: “mira, llueve en el mar, una prueba definitiva de que Dios no existe”. Lo mismo piensa Gamés cuando llueve sin clemencia sobre la ciudad, ¿cuál es la utilidad de la lluvia en el asfalto? Ninguna. Está bien que llueva cerca de las presas, en el campo, en los huertos, ¿pero en las calles? No era de la lluvia de lo que Gilga quería escribir. La brújula de Gamés marcó hacia un punto oscuro, no uno cardinal, sino una oquedad.
En el Proyecto de Nación de Morena 2024-2030 participa ni más ni menos que Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud. Este funcionario participará en el Foro Nacional: “Salud, Alimentación y Entornos Saludables”. Levántense los que estén sentados, siéntense los que estén parados (ya: con ustedes no se puede), lean por piedad las frases con que el propio subsecretario anuncia su participación: “Los grandes capitales globales impulsaron reformas estructurales que tenían el sentido de convertir lo público en lo privado, para la apropiación de la riqueza. Desmantelaron la capacidad de regulación que tenía el Estado”.
Gil caminó sobre la duela de cedro blanco y farfulló: ¿Qué les parece este cretino protegido por el Presidente? Ya nada es imposible.
Doctor Moreno
Para fortuna de Gilga, el doctor Francisco Moreno le contestó en Twitter a este canalla. Mi doctor Moreno, como le dice Gamés, le espeta (gran verbo) al desvergonzado López-Gatell: “En su Proyecto de Nación, el señor Gatell culpa a los grandes capitales del problema de la salud en nuestro país. Pregunto: qué decisiones tomó el capital privado en la pandemia. No se hicieron pruebas. No se impulsó el uso de cubrebocas. No se tienen buenas vacunas. No se tienen antivirales disponibles. ¿También eso es culpa del capital privado? Más de 800 mil fallecidos son por culpa de usted, señor Gatell”.
Gil y mil más lo han dicho, pero expresado por el doctor Moreno tiene un peso específico, como una losa de cemento.
Proyecto
Entre las médicas, médicos y trabajadores de la salud que actuaron como héroes cívicos durante la pandemia, dos médicos tuvieron mayor visibilidad y le explicaban a gente desesperada, los doctores Francisco Moreno y Alejandro Macías.
Mientras tanto este sujeto escribe el Proyecto de Nación. Esperen. Muy probablemente ése es el proyecto: el manejo criminal de la pandemia, la destrucción del sistema de salud, la educación en escombros, la cultura derruida, la inseguridad y la violencia desbordadas, el poder judicial acosado, las últimas instituciones autónomas amenazadas. Muy bonito su proyecto. ¿Un día López-Gatell rendirá cuentas, o de plano aquí no ha pasado nada y nuestra forma de enfrentar la pandemia fue magnífica? Uta. Es que de veras.
Líderes autoritarios
Gideon Rachman, editor de la sección internacional del Financial Times y ganador del premio de periodismo George Orwell que otorga la Unión Europea, ha publicado en español La era de los líderes autoritarios (Crítica, 2023). Dos tabletas de una entrevista con La Vanguardia: “Los políticos exitosos en los noventa enfatizaban el futuro. Clinton quería construir un puente al siglo XXI. Ahora un puñado de políticos dicen que todo va mal y hemos de ir atrás. Y este miedo al futuro es fuerte también en la izquierda, con el cambio climático. Las encuestas en el Reino Unido dicen que sólo el 19% de los jóvenes creen que la democracia funciona. No tienen la confianza de que sea obviamente el mejor sistema porque algo no funciona. (…) Habíamos olvidado que la guerra siempre ha sido central para Putin. Empezó la segunda guerra de Chechenia apenas al tomar el poder, invadió Georgia en 2008, se anexiona Crimea en 2014, interviene en Siria en 2015, y quizá porque han sido exitosas se ve convencido de que el poder militar funciona para él y comete un gran error. La guerra con Ucrania la está perdiendo y de mala manera pero aún tiene potencia para escalar y no creo que acepte la derrota. O bien es reemplazado o hay un acuerdo diplomático que él y Ucrania puedan aceptar, lo que es difícil”.
Todo es muy raro caracho, como diría Toynbee: “el mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan”. _
Gil s’en va