No falta quien afirma que se atormenta una vecina, o como se diga, en las relaciones bilaterales con Estados Unidos, pero la Presidenta defiende a sus colaboradores. En esta ocasión le ha tocado a Juan Ramón de la Fuente evitar las críticas tras el escudo de Sheinbaum. Le ha caído fuego amigo y enemigo al doctor: de que no mueve un dedo y que en la maleta siempre lleva la hamaca.
Gil lo leyó en su periódico La Jornada en senda y sonda nota de Emir Olivares y Néstor Jiménez: “Está haciendo un gran trabajo Juan Ramón de la Fuente, sostuvo la presidenta Claudia Sheinbaum para dar por cerradas las versiones que han circulado, sobre todo en redes sociales, de que el canciller podría ser removido del cargo antes de cumplirse un año del actual sexenio”.
La Presidenta descartó que el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores analice renunciar o que se le vaya a pedir su dimisión. No, está haciendo un gran trabajo ¿Cómo dice la canción? “Son rumores, son rumores”, señaló Sheinbaum a pregunta expresa en la mañanera.
Gil ha visto, le consta, que el canciller se ha metido a fondo en los no pocos problemas que el país enfrenta con Estados Unidos. Operaciones, negociaciones (ones-ones), un ir y venir tremendo, y siempre silente, nadie se da cuenta, como se deben hacer los grandes trabajos, sin que nadie lo note, ni el propio doctor De la Fuente.
Sheinbaum insistió en que De la Fuente realiza una gran gestión al frente de la cancillería —en medio de la nueva relación bilateral con Estados Unidos y las negociaciones y diferendos en diversos temas. “Está haciendo
un gran trabajo Juan Ramón de la Fuente, es un hombre muy reconocido nacional e internacionalmente, y está haciendo un gran trabajo”. Ya entendimos que el canciller hace un gran trabajo. No se diga más: ¿quién hace un gran trabajo? Juan Ramón de la Fuente.
Medicinas, problema resuelto
Medicinas a pasto. Una nota de Carlos Maldonado en El País: “la presidenta Claudia Sheinbaum ha informado de que ha logrado remontar uno de los lastres que su gobierno arrastraba de la pasada administración: el doloroso desabasto de medicinas. La mandataria reunió la mañana del martes a su equipo de salud durante su conferencia de prensa para informar de que han adquirido el 96% de los medicamentos necesarios para atajar la escasez que sufre la sanidad pública, con una inversión de 284 mil millones de pesos. Buenas noticias, ha dejado ver la gobernante, para sanar una herida que aún supura: la de las constantes denuncias de usuarios del sistema, entre ellos enfermos de cáncer, que acusan la falta de medicamentos”.
Ah, luego entonces sí había desabasto. ¿Pues quién les entiende? Durante muchos años Liópez sostuvo que no, que las arañas, que sí había medicinas, pero que sí faltaban unas pocas y que los padres que rogaban por tratamientos para sus hijos con cáncer eran golpistas. Gil oyó al Fisgón en su televisión pública, ahora es de ellos, denunciar a esos padres. Es que de veras.
La buena nueva la ha traído hasta nosotros Eduardo Clark, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, quien ha dicho que el gobierno ya ha adquirido “el 96% de los insumos que requiere el sistema público de salud para operar este 2025 y 2026”.
Clark ha asegurado también que durante junio y julio el Estado ha recibido más de 416 millones de piezas de medicamentos e insumos para instituciones públicas como el IMSS, Issste, el IMSS Bienestar y los Institutos Nacionales de Salud. “Es 60% más que lo que se recibió en los dos meses previos; es decir, sí estamos viendo un empujón bastante considerable que incrementará el abasto de manera notable durante este mes y los meses hacia adelante”.
Idea
Gil propone que se instale una gran farmacia, enorme, las más grande del mundo, una farmaciota donde se podrán encontrar todos los medicamentos del mundo. ¿Qué les parece? ¿Les late chocolate del Bienestar? ¿No? Ay, con ustedes no se puede.
Todo es muy raro, caracho, como diría Corneille: “El mentiroso siempre es pródigo en juramentos”.
Gil s’en va