Gil no vio ni los gritos ni las gritas, siempre le aburrieron, desde niño. Que si la corbata, que el vestido, que si el paso lento o rápido, que si le dio la espalda. La verdad sea dicha, (muletilla patrocinada por Morena en pleno), el que se llevó la noche fue el presidente municipal de Escárcega, Campeche, cuando empoderó (así se dice) a una gran mujer de carácter indomable, una fémina sin miedo: “doña Josefa Ortiz de Pinedo”. Así dijo este hombre informado y conocedor de la historia. Del desfile del 16 de septiembre, mejor ni hablamos, a Gamés le parece peor que el Grito, ni los avioncitos lo entretienen. En fon: que sigan las fiestas patrias y los saraos patrios.
Grito ahogado
Dicen los enterados en mentideros rigurosos que no se oyó el grito ahogado que dio Adán Augusto López Hernández cuando se enteró de que habían arrestado en Paraguay a su ex jefe de seguridad en Tabasco y líder máximo de La Barredora, El Comandante H, Hernán Bermúdez Requena, una finísima persona.
Gil lo leyó en su periódico La Jornada en una nota de Andrea Becerril. El coordinador de Morena, Adán Augusto López Hernández, advirtió que la detención de El Comandante H, quien fue responsable de seguridad en el gobierno de Tabasco que él encabezó, muestra que en los gobiernos de la 4T “hay cero encubrimientos y cero impunidad”, sostuvo que él mismo solicitó que se investigue a fondo el caso y reiteró su “disposición plena” para comparecer ante las autoridades competentes, en caso de que sea requerido. “Echado pa’lante” el senador, sí señor. Los vientos de Palenque en algo ayudan. Gil se restriega los ojos y vuelve a leer: “en los gobiernos de la 4T ‘hay cero encubrimientos y cero impunidad’ y sostuvo que él mismo solicitó que se investigue a fondo el caso”.
Gil imagina al senador dando instrucciones: “escriban un comunicado a la brevedad”. En ese documento, López Hernández respondió a quienes desde la oposición exigen que se le investigue por su relación con Bermúdez Requena y les exigió “congruencia política y memoria histórica”, porque cuando gobernaron protegieron a corruptos.
Gamés se disfrazó del doctor de Viena y empuñando un puro (ya, no empiecen) caviló: en ese comunicado, el senador no ha negado las acusaciones en su contra, solamente ha dicho que en el pasado había corrupción. Mmm: el inconsciente trabaja a marchas forzadas: “Quienes hoy piden investigaciones, que empiecen por responderle al pueblo de México si ya se determinó el no ejercicio penal en las averiguaciones en las que está involucrado el propio Ricardo Anaya, actual coordinador del PAN, y su familia”. Este momento es genial: investiguen a Anaya, a mí qué, a mí nada, y por cierto, qué bonito es Palenque, caray.
Adán se rifa
Ahora lean esto por piedad: “Los mismos que hoy exigen transparencia, como Anaya, fueron los que guardaron silencio cómplice cuando no se investigaron los sospechosos accidentes en los que perdieron la vida el ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y Ramón Martín Huerta. En aquel tiempo, Ricardo Anaya y su partido eligieron proteger a los suyos antes que decirle la verdad al país”.
Gil está de acuerdísimo y exige de paso que se aclare la muerte de Carlos Madrazo en aquel vuelo 704 de Mexicana en el año de 1969, allá en la Sierra del Fraile, en Nuevo León. Canallas, siguen ocultos los autores intelectuales de quien fuera gobernador de Tabasco. Aquí no hay Estado de derecho, senador, da coraje.
Al comunicado le faltaron unas líneas definitivas: si van a esperar la extradición de Bermúdez cómprense una silla cómoda porque va para largo. Algunos tal vez nos pongamos viejitos antes de que la Fiscalía General de la República interrogue al Comandante H. Desde luego será Gertz quien encabece el interrogatorio. ¿A ustedes no les gusta Palenque?
Todo es muy raro, caracho, como diría Henry Lewis Stimson: “El único pecado mortal que conozco es el cinismo”.
Gil s’en va