Desde el inicio de la especie humana, el hombre por su naturaleza curiosa, ha tratado de entender el mundo que le rodea, intentando encontrar respuestas a través del razonamiento con la información que obtenía de los sentidos, principalmente la vista, formulando hipótesis a las preguntas que seguramente se hacía continuamente; ¿que habrá más allá de las montañas?, ¿que son las luminarias que aparecen en la bóveda celesta cuando inicia la oscuridad? Al encontrar respuestas a algunas interrogantes, ya sean estas falsas o correspondientes con la realidad, surgían otras preguntas más complejas, ¿quiénes somos?, ¿qué tan grande es el mundo?, ¿qué forma tiene?
Hace aproximadamente 18,000 años surge un gran acontecimiento intelectual, la aparición del arte, entendido este como la manifestación del hombre primitivo de plasmar en las paredes de las cuevas una concepción muy particular del mundo conocido. Como 6,000 años después, cuando los grupos humanos se hicieron sedentarios gracias al conocimiento del movimiento de las estrellas, comprendieron los periodos cíclicos del paso del tiempo y realizaron un calendario, lo que permitió el cultivo de la tierra y al pastoreo, esto tuvo un gran impacto en el desarrollo de la vida de estos grupos humanos, la abundante producción de alimentos, genero grupos más numerosos, la división de tareas más especializadas, se planificaron ciudades, nació el urbanismo, las guerras, los imperios, la escritura y también, tuvieron más tiempo libre para pensar. Así nació la primera civilización, los sumerios con sus conocimientos sobre arquitectura, escultura, astronomía, medicina y matemáticas, a los matemáticos sumerios debemos el contar por decenas, como lo hacemos en la actualidad, pero ellos tomaban sesenta como base, dividieron el circulo en 360 grados, las horas en sesenta minutos y los minutos en sesenta segundos, por el año 2300 a. de C. un militar llamado Sargón que dirigía al pueblo acadio, conquisto a los sumerios y formo el primer imoerio al unificar las diferentes ciudades de la región, estos imperios fueron grandes constructores de palacios, zigurats, obras hidráulicas, escuelas y bibliotecas donde guardaban las numerosas tablillas donde registraban todo tipo de información.
Años más tarde otro gran conquistador había fundado varias ciudades con su nombre, una de estas ciudades aun perdura en nuestros días, la fundo en una estrecha franja de tierra entre el lago Mareotis y el mar, tenía enfrente a la isla de Faro, la calle principal llamada Canópica, tenía 30 metros de ancho y atravesaba Alejandría en toda su longitud, una de sus grandes construcciones fue sin duda el Museion, edificio destinado a guardar todo el conocimiento de la época y de encuentro de poetas, científicos, bibliotecarios, artesanos y artistas. Fue aquí donde el astrónomo Aristarco de Samos llego a la conclusión de que el Sol, y no la Tierra era el centro del sistema, también aquí Eratóstenes, consiguió calcular, con los elementales instrumentos de que disponía, la circunferencia de la Tierra, un gran logro de la mente, ya que con la observación y los conocimientos matemáticos que poseía, llego a la conclusión de que la tierra no era plana sino esférica, y llevo a cabo su experimento para comprobar su hipótesis.
No sabemos con certeza en que momento de la historia evolutiva de nuestros antepasados, se inició el momento cognitivo en el cerebro de estos antiquísimos pensadores, pero lo que es innegable es como nuestras mentes han sido capaces de llevarnos hasta el desarrollo científico, cultural y tecnológico de nuestra actualidad, ahora somos capaces de llevar nuestras inquietudes más allá de nuestra pequeña canica azul llamado planeta Tierra, y nos hemos aventurado por el sistema solar y con las naves Voyager estamos navegando por la inmensidad cósmica. La aventura de descubrimiento apenas ha iniciado.