Estamos en las frescas noches de otoño, y el espectáculo de la bóveda celeste se nos presenta interesante, el Triángulo de Verano formado por las estrellas, Vega, Altaír y Deneb, es apartado poco a poco del cénit y otras constelaciones ocupan su lugar. La gran constelación del gigante Orión es ya visible, apareciendo por el horizonte Este, que con su asterismo de las tres estrellas que forman el cinturón, anuncian la próxima llegada de los tres reyes magos de oriente, para regocijo de niños y adultos; precedido por el grupo de las Pléyades la gigantesca «V» de Tauro acompaña al cazador. Tenemos la oportunidad de observar a simple vista, el objeto más lejano que podemos ver con nuestros ojos, sin ayuda de ningún instrumento óptico, la Galaxia de Andrómeda que está a más de dos millones de años luz, claro, si las condiciones de cielo oscuro libre de contaminación están presentes en nuestro lugar de observación, al observar esa difusa nubosidad cerca de la estrella Mirach, estaremos viendo millones de años en el pasado y más de doscientas mil millones de estrellas, increíble. Cercano a la galaxia, se encuentra el doble Cumulo de Perseo, que con unos binoculares lo podemos observar en su totalidad, y si somos curiosos, tomemos unos tres días para observar con cuidado la terrible estrella llamada por los árabes Algol, ya que por su cambio de brillo tan notorio en un periodo corto de tiempo y por su color rojo, la asociaron con el demonio, en 1669, el astrónomo y matemático italiano Geminiano Montanari, descubrió que esta estrella es variable, esto debido a ser un sistema binario eclipsante, o sea, que la compañera de Algol pasa por el frente de la estrella desde nuestra línea de visión, por lo que el brillo de las dos estrellas se “suman” y pasa lo contrario cuando la compañera pasa por la parte posterior de Algol. El par eclipsante está acompañado por una tercera componente llamada Algol C, de magnitud 4,7, con un periodo orbital de 1,862 años. Este grupo de estrellas se encuentra a 100 años luz.
Cercano a la constelación de Andrómeda, está la constelación del Triángulo, en donde se ubica la muy tenue galaxia del “Triángulo”, conocida por los astrónomos aficionados como M33 o NGC 598, que forma parte de nuestro grupo local, que en condiciones óptimas con una atmosfera con las mejores condiciones la podemos ver como una muy difusa nube, y si ya sacamos el telescopio, aprovechemos para apuntarlo a NGC 1499 que es una nebulosa conocida como “Nebulosa California”, y ya encarrilados en estos objetos, visitemos en Acuario a NGC 7293, Nebulosa Planetaria conocida como “El Ojo de Dios” que es el resultado de la muerte de una estrella similar a nuestro Sol, siendo una de las nebulosas más cercanas a la Tierra. Y terminemos este recorrido con uno de los cúmulos globulares más impresionantes de la bóveda celeste, M2 que contiene unas 150, 000 estrellas.
Aprovechemos que el temporal de lluvias ya quedo atrás y, salgamos a tomar el fresco antes de acostarnos, para observar todas las maravillas que nos ofrece estas noches despejadas de otoño.