La conciencia por la justicia y dignidad humana ha crecido en los mexicanos, pues después de 94 años que se festejaba el Día de la Raza (o día del descubrimiento de América), ahora se ha convertido día de manifestaciones en repudio a un hecho histórico que marcó desigualdades, saqueos, imposiciones de credos y genocidio de las razas prehispánicas de nuestro país y América.
Por eso hay más ciudadanos de este país que reconocemos y valoramos el legado indígena de nuestros orígenes, como un pueblo sobresaliente, que casi fue destruido al ser descubierto y conquistado por pueblos europeos que no respetaron sus creencias, ni su cultura, ni la propia vida, y que además destruyeron la mayoría de vestigios escritos o de construcciones religiosas.
Aunque podríamos afirmar que actualmente hay una disputa entre personas que defienden la visión tradicional que marca más los beneficios que se tuvieron con la conquista al mezclarse razas, al adoptar una nueva religión, intercambiar culturas y productos de sobrevivencia, sin embargo hay quienes rechazan esa visión porque es un error celebrar un hecho histórico que marcó divisiones, violencia y racismo que siguen existiendo en nuestros días (Federico Navarrete, investigador de la UNAM).
Por eso en diferentes países del continente se recuerda el 12 de octubre como el Día de la Resistencia Indígena, o simplemente pasa desapercibido. Y es que hace 1530 años por medio de la conquista de pueblos españoles, portugueses, ingleses y franceses, se dio la aniquilación o exterminio sistemático y deliberado por motivos políticos y religiosos de los habitantes de territorios americanos, convirtiendo ello en uno de los mas grandes genocidios de la historia humana.
Sin embargo en España este día es una fiesta nacional, con desfile militar y festejos de varios tipos, en el que participan algunos mexicanos, al interpretar música de mariachi, ofrecer gastronomía mexicana, como una reconciliación del intercambio cultural del mestizaje de las dos razas.
Sabemos y conocemos de mexicanos que también celebran la llegada de los europeos a nuestras tierras, que, aunque con imposición y violencia, consideran que gracias a ellos hemos tenido el beneficio de una cultura más desarrollada, de una religión verdadera, de mejoras en los rasgos genéticos, como ha sido el tener la piel blanca, el pelo y ojos claros, mayor estatura, que se dice son herencias de los conquistadores.
Hay quienes menosprecian a nuestros antepasados indígenas, porque se dice eran tan barbaros que sacrificaban a sus opositores sacándoles el corazón aun vivos, o que se han creído el mito de que se alimentaban de carne humana. Pero el fanatismo es tan cegado que no quieren aceptar las barbaridades que se hacían durante el poder de los monarcas en Europa, que asesinaban tanto a delincuentes como a inocentes en plazas públicas, quemándolos vivos o decapitándolos.
El imperialismo del siglo XV como el abuso de poder de los gobernantes que por desgracia aún existen, no son buenos compañeros del malinchismo ni la cerrazón. Lo que necesitamos es paz y respeto a la independencia de todas las naciones.
Gemma Medina Aréchigagemmazul@hotmail.com