Va más allá de un simple gusto por el juego y las apuestas; la ludopatía es una enfermedad de consecuencias muy graves e incluso fatales para el adicto y la gente cercana.
Se caracteriza por un impulso irresistible a jugar mediante apuestas o dependiendo del azar en una máquina o concurso, de forma tal que se genera una adicción incontrolable y que empuja a la persona a apostar sumas cada vez mayores. Se excluye a aquellos juegos de azar o de mesa que no implican dinero de por medio.
El elemento adictivo no es el juego como tal, sino la dependencia de perder o ganar dinero o propiedades mediante la incertidumbre y el azar; la adrenalina de estar sujetos a estas variables.
El perfil del ludópata se destaca por ser un mentiroso profesional y patológico, por una grave inestabilidad económica progresiva que lo lleva a incurrir en actos delictivos y abuso con tal de conseguir dinero para seguir apostando.
El adicto al juego NO está buscando enriquecerse; cuando llega a ganar sumas elevadas, no invierte ese dinero en nada productivo, ni siquiera por la idea de lograr con ello generar un flujo de efectivo.
Por el contrario; buscará la manera de perderlo todo en nuevas apuestas. La ruina moral y económica no hacen desistir al ludópata de su conducta; su única motivación es poder vivir de nuevo la experiencia intensa de la incertidumbre y el riesgo.
Llega a ser frecuente que incurra en fraudes gravísimos que pueden llevarlo a la cárcel a él o a su familia y amigos. Pero ni esto lo hace detenerse.
Sin ayuda profesional, el pronóstico es grave y oscuro. La adicción es igual de poderosa y destructiva que la que se vive con drogas fuertes.
Las causas son multifactoriales, pero destacan un historial de trastornos de ansiedad y depresión, rasgos obsesivo-compulsivos, un deterioro importante en la capacidad para la vinculación en pareja y con amistades, apatía e indiferencia hacia las afectaciones a otras personas, y frecuentemente la combinación del abuso de sustancias tóxicas.
Estas situaciones no se resolverán con consejos ni recriminaciones. Se requiere ayuda profesional y con gusto podemos orientarte si vives cerca de un ludópata: 833-127-81-69.
