Política

La salud en la 4T

  • Columna de Frank Lozano
  • La salud en la 4T
  • Frank Lozano

Las prioridades de la mal llamada cuarta transformación son muy raras y la salud parece no ser una de ellas. La semana pasada asistimos a un maratón de sucesos en torno al sistema de salud mexicano que describe muy bien el lugar que el gobierno le está dando a este asunto.

El lunes amanecimos con una nota del periódico El País, que exhibió las asignaciones por 168 millones de pesos que han recibido empresas que están vinculadas al superdelegado de Jalisco, Carlos Lomelí ¿combate a la corrupción, separación del poder económico del político, capitalismo de cuates?.

El martes, Germán Martínez presenta su renuncia al IMSS y deja por escrito las razones para hacerlo. En diez puntos sintetiza lo que a su juicio está provocando el debilitamiento del sistema de salud en el país, el cual se resume en un concepto: es inhumano. Esa misma semana, un grupo importante de médicos, la mayoría de ellos directores de nosocomios, redacta y publica una carta donde exponen las condiciones en que trabajan y sobre todo, detallan la manera en que el recorte presupuestal está afectando la operación en los centros de salud, pero especialmente, en cómo afecta a los usuarios finales, el relieve de la carta, son los pronósticos de morbilidad por falta de insumos y medicinas.

En redes sociales y en algunos medios, un día sí y otro también se dieron a conocer datos concretos de la desaparición de programas o de la disminución de presupuestos, el recorte del apoyo a los pasantes, los 13 bebés muertos en un hospital de Tijuana o el caso de los médicos que llevaban meses sin poder cobrar o de las condiciones en la infraestructura hospitalaria. Para el presidente lo de Lomelí se trata de una grilla, lo de Martínez es porque no aguantó el compromiso y para el resto de los temas, él tenía otra información, como por ejemplo, cuando afirmó que no ha habido despidos. El sindicato de trabajadores de la salud lo desmiente: hay 10 mil despidos en el sector.

Amlo está llevando el desprecio de la realidad al desprecio de los mexicanos más necesitados. Su slogan de “primero los pobres” en realidad se traduce en: primero los votos. La salud no ocupa el lugar que tiene PEMEX, el béisbol o incluso la anunciada inversión de 30 mil millones de dólares de México a Centro América.

La salud solo ocupa un lugar en el pensamiento mágico del presidente, cuando sin mayor rubor afirma que en tres años tendremos un sistema como el de Suecia, mientras en los hechos desaparece programas, recorta presupuestos, despide personal.

franklozanodelreal@gmail.com

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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