¿Qué más quiere el Estado Mexicano y el PRI de Ochoa Reza para, por lo menos, investigar lo que cotidianamente dice la prensa, sucede en el Coahuila de los últimos 10 años?
Hablamos de: nepotismo, endeudamiento “mórbido” del estado de Coahuila, por más de 36 mil millones de pesos; desconocimiento del destino preciso de dichos dineros; contratación de más de 16 mil millones de esa deuda, sin autorización del Congreso del Estado; contratación de casi 5 mil millones de ellos, con documentos falsos; enriquecimiento inexplicable de funcionarios y empresarios cómplices; algunos acusados y procesados en E.U. y en España; testigos acusan de lavado de dinero, asociación con la delincuencia organizada,y complicidad en libre tránsito de criminales; sobornos, camionetas llenas de dinero; un penal, el de Piedras Negras, donde se fugaron más de 100 reos y que operó como refugio y centro de operación, donde se secuestró, torturó, asesino, a muchos seres humanos; una comunidad, la de Allende, en la cual se perpetró un genocidio; un ejido de la Comarca Lagunera, el de Patrocinio, en el que se han encontrado más de 4 mil cien restos, presumiblemente humanos; más de mil cuatrocientas personas desaparecidas; viudas, huérfanos; empresarios quebrados por extorción; empresas fantasma que cobraron cantidades millonarias al erario público por comunicación, publicidad y “patas de pollo”; obras onerosas e injustificadas, como el edificio de la Presidencia de Torreón, donde el sabio sospechosismo popular acusa corrupción; un cuestionadisimo alumbrado público; utilización de recursos públicos con fines electorales, tales como conciertos y giras por el Estado, también en obras de relumbrón, como el Paseo Morelos y el Teleférico.
Todo lo anterior, ¿Serán señalamientos, producto de una distorsionada y manipulada imaginación colectiva del pueblo coahuilense?, y por eso ¿no han merecido la atención de las autoridades correspondientes?, ¿Será verdad la duda de que el Estado Mexicano no actúa, porque hubo recursos de Coahuila, en la pasada campaña presidencial?
Son conjeturas que nos llevan a preguntar, ¿si los Moreira son de Coahuila, o Coahuila, es de los Moreira?
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