Fue un placer estar la semana pasada en las instalaciones del El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), ubicadas en Tijuana, Baja California; una visita muy corta pero provechosa, debo agradecer a mi amigo José María Ramos, prominente profesor e investigador y miembro de la Fenasscyt, referente tanto de los medios de comunicación de los Estados Unidos como de México; a David Pérez-Tejeda Padilla delegado en BC del Instituto Nacional de Migración (INM), por su apertura institucional; y al doctor Víctor Espinoza Valle, director de esta casa de estudios fronterizo del norte del país, por mi participación.
El seminario organizado por el Colef a través del Departamento de Estudios de Administración Pública y el Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE), sobre Seguridad y Desarrollo en las Fronteras de México, se contó con las importantes ponencias de Guadalupe Correa-Cabrera, de la Universidad George Mason; de Esther Ponce Adame, del Centro de Gestión y Cooperación Internacional para el Desarrollo (CGCID); a José Luis Calderón Arozqueta, del CIDE; a Marcos Sergio Reyes Santos; a Vicente Sánchez Munguía; a Carlos BarrachinaLisón.
Para Bernardo de Jesús Saldaña Téllez, profesor investigador del COLEF, me comentó en exclusiva que fue una larga jornada de trabajo y participaciones muy valiosas. Aprovechó para platicarme sobre una medición de igualdades y desigualdades en la región fronteriza Tijuana-San Diego, que realizó una tesis doctoral.
“En esta región que usted ya vio. Desde aquí me hice una pregunta de investigación: ¿Si California representa la quinta economía mundial; por qué Baja California no ha encadenado su desarrollo a California? Para responder medí siete ciudades del lado de California: Imperial Beach, (que está pasando la línea internacional por la costa); Coronado; Chula Vista; y National City.
En lado mexicano, se encuentran Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito. En la investigación se utilizaron tres indicadores los: Objetivos de Desarrollo Sostenible (Indicadores que implican gestión transfronteriza o cooperación internacional). Los resultados nos arrojaron las igualdades y desigualdades en la región.
Por ejemplo, en salarios, en California el salario mínimo era de 16 dólares por hora al 2022 y en la región fronteriza de 312 pesos por jornada laboral que equivalían a casi 2 dólares por hora, su diferencia era de 8 a 1 y eso contribuye a crear más desigualdades de esta región, en un contexto donde mexicanos de esta región pasan la frontera para trabajar en California. Significa que mientras unos hacen un cuartito, otros pueden hacer 8 con el mismo esfuerzo”
“En la tesis están los homicidios intencionales por cada 100 mil habitantes, Tijuana tuvo 107 y Rosarito 92 al momento de medir, estas cifras son mayores a países en guerra. Con respecto a la migración, si bien se tomaron 3 indicadores, algunos tenían tantos elementos que me llevaron a realizar un anexo que va incluido, ahí se destacan las desapariciones, el número de migrantes muertos, principalmente con datos del otro lado, las rutas y lugares más peligrosos y lo que significa que nos han deportado personas por Tijuana, en 5 años el volumen fue casi la población de Tecate o Rosarito, ciudades que no pueden con ese volumen de personas”
Agregó el investigador que la tesis midió si las ciudades tienen políticas públicas para prevenir el terrorismo, el resultado fue que en las ciudades del otro lado sí existen medidas en los gobiernos locales, pero no en las ciudades de Baja California.”