Una forma de medir la rentabilidad de las empresas es a través de la implementación del método DuPont, compuesto por la relación de tres índices financieros: margen de utilidad sobre ventas, rotación de activos (RA) y palanca financiera. La RA indica la capacidad de la empresa para generar ventas sobre cada peso invertido en el activo, es una razón de eficiencia operativa muy útil. Supongamos que una empresa que vende anualmente $100 y tiene activos de $50, su rotación de activos será de 2 veces ($100/$50). Es intuitivo pensar que entre más alta sea la RA será mejor para tu empresa, pues eres capaz de generar más ventas con menos inversión. ¿Cómo puedo mejorar la RA? Es bien sencillo, incrementando las ventas (numerador) o reduciendo el activo (denominador).
Cuando pregunto a los empresarios qué acciones concretas podrían implementar para reducir la inversión en activos, la mayoría de ellos continúa respondiendo que la mejor alternativa es el arrendamiento financiero. Es una respuesta totalmente equivocada desde el punto de vista de la contabilidad financiera (aclaro que el tratamiento fiscal sigue siendo el mismo), ya que a partir de enero de 2019 entró en vigor la Norma de Información Financiera (NIF) D-5. Esta norma establece la obligatoriedad de registrar en el activo el valor del bien y de abrir un pasivo para mostrar la obligación que se tiene de realizar los pagos. Pongo un ejemplo: si en 2018 arrendabas una máquina a 36 meses con pagos mensuales de $20, el monto de la factura por la renta mensual la enviabas a gastos de operación y punto. ¿Qué tienes que hacer según la NIF D-5? Tres pasos: 1) Registrar un pasivo por $720 (36 x $20); 2) Calcular el gasto total por intereses (de acuerdo a un procedimiento) que forman parte de los $720, si el cálculo de los intereses resulta en $160, el valor de la máquina será de $560 ($720-$160); 3) Registrar dos activos: maquinaria por $560 e intereses no devengados por $160.
Cada mes deberás de registrar un gasto por la depreciación de la máquina y otro gasto por intereses. La NIF D-5 puede tener un impacto muy importante en la estructura financiera de tu empresa. En columnas anteriores he insistido en que el inicio de año es una buena oportunidad para que revises a fondo tus estados financieros y las cuentas que los integran. Si tienes arredramientos financieros o, incluso, arrendamientos puros, debes de revisar detalladamente la NIF D-5. Puede ser otro de tus propósitos para 2020.
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Federico D’Kuba es profesor del IPADE Business School