En comparación con otros españoles, los autores catalanes tienen menos difusión internacional. Aunque Barcelona sea epítome cultural, parece Cataluña una comunidad clandestina. ¿Quién destaca en su lengua romance?
La editorial Funambulista revela de un falso anonimato a Narcís Oller (1846-1930), originario de Tarragona, pues fue el “creador de la novela catalana moderna”. Abogado de carrera y procurador, resultaron ocupaciones imbricadas entre ellas para escribir. Testigo en España del siglo XIX que transitaba hacia otro, contemporáneo de Benito Pérez Galdós, Jacinto Verdaguer y Émile Zola, utilizó técnicas literarias aún vigentes.
La locura narra un aniquilamiento: alguien cuya razón se desmorona. Escrita cuando España perdía las últimas colonias de ultramar (Cuba, Filipinas y Puerto Rico) en 1898, tiene trasfondo político y social. Daniel Serrallonga “va enloqueciendo ante el pronóstico de pocos y el asombro de casi todos”. ¿Qué hechos conducen al malogrado protagonista a ensimismarse con la fortuna y miseria que supone?
Lo que representa una enfermedad mental tiene aquí atisbos de cordura, humor e ingenio, derivados en resignación. Quien la padecía era socialmente rechazado (difícil de aceptar con comicidad durante aquella época mientras desaparecía un imperio), pero admitido por la literatura.
Segregado después del realismo decimonónico, Oller percibe su limitación contra nuevas creaciones de mayor alcance lingüístico. Argumentó en contra del vaticino científico sobre la demencia como un intento de negar esta ruina.
@erandicerbon