Política

¿De qué libertad hablan, carajo?

Ciertamente Javier Milei en Argentina, Ricardo Salinas Pliego en México, las y los dirigentes de Vox en España o la ultraderecha en Estados Unidos no hablan de la libertad por la que París se volcó a las barricadas en 1879. Tampoco de la libertad por la que se alzaron Miguel Hidalgo, José María Morelos y Simón Bolívar o por la que Benito Juárez y las y los liberales lucharon, unos años después, contra el ejército de Napoleón III.

No es la libertad de las y los magnates que, aprovechándose de la noche de sus pueblos y como profetas enfurecidos, andan demoliendo hasta el último resquicio el bienestar colectivo la misma que la libertad en defensa de la cual se lanzaron al combate las tropas del ejército de la Unión, bajo el mando de Abraham Lincoln, contra los esclavistas del sur, ni por la que cayó combatiendo José Martí y menos todavía la libertad por la que se alzaron en armas los campesinos en México bajo el mando de Emiliano Zapata.

Retomo la reflexión que, en la mañanera de este martes pasado, hizo de cara a la nación Claudia Sheinbaum Pardo, sobre esa libertad que pregona a gritos la ultraderecha cuyo resurgimiento da cuenta del fracaso de las formaciones políticas tradicionales. Es preciso y urgente profundizar en este debate. Muy lejos está este México, que se transforma pacífica, democráticamente y en libertad, de la Argentina e incluso de nuestro vecino del norte; nos toca reconocernos en nuestra propia historia y devolver a las palabras su sentido para que no las secuestren esas y esos que no tienen más patria que el dinero.

A diferencia de la libertad entendida como la emancipación de individuos, clases, naciones y pueblos oprimidos, como conquista y ampliación de derechos ciudadanos, como acceso igualitario a la justicia, como consagración del principio supremo de una vida digna para todas y todos. A diferencia, digo, de esa libertad que cabalga a la par de la justicia, la dignidad, la soberanía y la igualdad, en nombre de la cual tanta sangre se ha derramado a lo largo de la historia y que nos ha permitido quitarnos las cadenas, la libertad que reclaman los magnates es el derecho que tienen, según ellos, en tanto pertenecen a una clase privilegiada, como antes los monarcas absolutos o los dictadores, a volver a encadenarnos: ¿de qué libertad hablan, carajo? 


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Epigmenio Ibarra
  • Epigmenio Ibarra
  • Periodista y productor. Fundador de la prodcutora Argos. Corresponsal de guerra entre 1980 y 1990 / Escribe todos los miércoles su columna "Itinerarios"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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