Las distintas generaciones del Nuevo Reino de León, que el 7 de mayo de 1824 se convirtió en el Estado Libre y Soberano de Nuevo León, han vivido, a lo largo de los 200 años de ser ésta una de las entidades de la Federación mexicana, un sinnúmero de crisis: económicas, financieras, políticas, son solo algunas; y no pocas tragedias, inundaciones, epidemias, pandemias…
Sin embargo, al enfrentar todos estos desafíos y dificultades impuestas por la naturaleza, o la acción humana, se ganó en conocimientos y en nuevas experiencias generadoras de nuevos conocimientos, que se refleja en el escudo de Nuevo León: Semper Ascendens.
Desde la primera mitad del siglo XIX, Nuevo León comenzó a crecer en lo económico; primero como Estado agrícola y ganadero; luego destacó en el comercio y la industria artesanal.
Y es en las postrimerías del siglo XX y en el comienzo del nuevo siglo cuando, de manera ascendente, aparece la gran industria en Monterrey con la fundación de la Cervecería Cuauhtémoc y la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, fundadas, respectivamente, el 8 de marzo de 1890 y el 5 de mayo de 1900. Seis años después se fundó Cemex (Cementos Monterrey) y en 1909 la Vidriera Monterrey.
Pero sin desconocer esfuerzos del pasado faltaba algo fundamental para el crecimiento y elevación del espíritu: la fundación de la Universidad de Nuevo León, fundada el 25 de septiembre de 1933. Diez años después se fundó la primera de las instituciones de educación superior que han dado prestigio a Nuevo León, el ITESM.
Nuevo León es grande, como lo son también el resto de las entidades de la Federación. Cada entidad aporta lo mejor de sí al Estado-nación que crearon los constituyentes de 1824, Fray Servando Teresa de Mier, Miguel Ramos Arizpe, Valentín Gómez Farías, Carlos María Bustamante, Lorenzo de Zavala, entre muchos otros.
Para concluir, debo decir que a 200 años de que nació Nuevo León hay que hacer un alto en el camino para pensar sobre los grandes retos que hoy enfrentamos: la escasez de agua, la contaminación ambiental y la vialidad. Es necesario debatir la conveniencia o no de la reconvención industrial.