Isidro Pedraza Chávez es un político con mucha suerte. Nació en Jacala en la sierra hidalguense hace ya 61 años y más de la mitad de su vida ha estado inmerso en la política.
Hoy es el candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la presidencia municipal de Pachuca, luego de un largo, largo, largo, pero próspero andar en muchas batallas desde sus inicios como estudiante normalista del Mexe.
Quizá no lo recuerdan muchos pero Isidro Pedraza fue senador el sexenio pasado; para los incrédulos se coló entre Omar Fayad y David Penchyna a los escaños y fue el único de los tres que culminó todo su periodo como parlamentario.
Sí, también votó por las reformas de Peña Nieto, incluida la energética. Pero no todo es señalamientos sin escrúpulos; Pedraza Chávez se forjó en las izquierdas socialistas y fundó proyectos muy importantes en Hidalgo, sumándose a la avanzada que trajo al PRD al estado hace casi 30 años y fue el impulsor de la UFIC en toda la entidad.
Si bien Pedraza siempre se ha mantenido lejos pero a la vez cerca del poder, hoy está ante una posibilidad única de volver a colarse con suerte entre las preferencias del electorado, pues su rival político es el PRD de aquellos tiempos de unidad, pero ahora con Morena, el candidato Pablo Vargas y la familia Herrera Cabañas.
Todos para bien o para mal se conocen. Se toleraban en el PRD, pero hoy el escenario es diferente. Un ex senador, ex diputado, ex activista, ex normalista, va por la presidencia de la capital, y enfrente están los activistas, los académicos, los intelectuales, los de las asociaciones y fundaciones, los mismos que debatían en los años del sol azteca, pero que ahora se verán en las boletas para medir fuerzas políticas y electorales.
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