La estrategia del presidente López Obrador en México, de acordar con los productores de materias primas y de productos de la canasta básica el pago para consumo dentro del país, es una de las acciones contra la inflación internacional y la escalada de precios.
Junto al subsidio para no aumentar el precio de las gasolinas, mismo plan que está aplicando Estados Unidos, se trata de una encomienda regional que parece tendrá influencia en Centro y Sudamérica, más ahora que se tiene un bloque de países que comulgan con la misma ideología.
No destruir al capitalismo, no del todo, y preservar el valor de cada moneda en contraste con el dólar, es una de las rutas que parecen echarán a andar las naciones de América Latina.
En días recientes, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que la alta inflación que se registra a nivel global tiene un componente estructural, con una política monetaria más restrictiva que implica mayores tasas de interés que tendrán una repercusión en la demanda y en la inversión.
Otro ejemplo, es lo dicho por el Banco Mundial, que advirtió que la Reserva Federal de Estados Unidos está subiendo su tasa de interés de referencia ante la alta inflación que esa nación está presentando, eso implica que existe el riesgo de recesión en la mayor economía del mundo, por lo que América Latina y el Caribe debe reducir su demanda de financiamiento, especialmente externo. Es una buena oportunidad para los gobiernos latinos de poder demostrar la capacidad de sus políticas públicas en materia de economía, sobre todo ante la poca reputación del socialismo en la actualidad.
Eduardo GonzálezTwitter: @laloflu