Las oficinas de representación del gobierno federal en las entidades, perdieron peso político durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, debido a cuestiones de la centralización de las decisiones y la activación de los programas sociales, eje principal del proyecto de la cuarta transformación.
Sin embargo, una vez concluida la primera etapa de la llamada transformación de la vida pública de México, debe venir la consolidación o lo que es el segundo piso, como dijo en su campaña Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México.
Por eso cuando se dice que debe haber un cambio de fondo de las delegaciones federales, debe ser un cambio total, y esto obedece principalmente a que quienes ostentan la titularidad de dichos espacios ya cumplieron su propósito con el actual gobierno de AMLO.
¿Qué cambios son los esperados?
De entrada los actuales delegados de todas las dependencias, muchos de ellos jamás vistos en actos públicos en Hidalgo durante los seis años, deben presentar su renuncia y hacer su entrega-recepción como marca la ley.
Existen oficinas que manejan presupuestos millonarios en Hidalgo como la Secretaría de Infraestructura, una de las más activas y polémicas, sobre todo por el tema de la carretera Real del Monte-Huasca, que no se sabe cómo se conduce, quién manda, cómo operan y los medios terminan informando a la sociedad únicamente cuando hay accidente con saldos lamentables en la obra del Corredor de la Montaña.
Cómo ese ejemplo también están Bienestar, Educación, Sedatu (¿hay oficina en Hidalgo?), Comisión Nacional del Agua (Conagua) (de las más polémica también), Turismo (tampoco se sabe si hay una representación).
Así como las agrarias que son parte esencial del trabajo del gobierno como la Procuraduría Agraria, hasta hace poco bajo el mando de Andrés Velázquez, de los pocos delegados que siempre dieron la cara, informaron a medios y son gente reconocida en la entidad.
Por el bien de la nueva República, a partir de octubre bajo el mando de Claudia Sheinbaum, las delegaciones deben tener nuevos titulares y gente que opere sin las pasiones locales del sexenio que está por concluir.
