En septiembre de 2022 comenzó la era de la cuarta transformación en Hidalgo, casi cinco años después de lo que comenzó en el país con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador a Palacio Nacional.
Las fechas son importantes ya que en 2018 muchos de los que hoy son parte del gobierno hidalguense ni siquiera eran parte del obradorismo, y muchos en la actualidad tampoco lo son, aunque comparten visión y proyecto.
Tras los primeros cuatro años de la cuarta transformación en el país, la curva de aprendizaje pareciera ser menor ardua para los gobiernos que apenas inician en esa corriente como es el caso de Hidalgo.
Sin embargo, en diez meses de la administración del gobernador Julio Menchaca cada vez son más las áreas para mejorar.
Sin lugar a dudas, en lo que va del gobierno el tema principal ha sido el combate a la corrupción, una bandera que el propio mandatario abrazó desde campaña y que está cumpliendo a cabalidad, y de la que se espera siga siendo la gran guía de su mandato, no ceder ante presiones externas, no dejarse chantajear y no caer en la simulación de anteriores gobiernos donde se dice que se hará una cosa y al final termina siendo otra.
En segundo plano está la reconfiguración en la estrategia de seguridad que el propio gobernador encomendó a Santiago Nieto, Salvador Cruz, Guillermo Olivares, quienes se constituyen en los hombres fuertes dentro de esta primera etapa de su gobierno.
Cuando Julio Menchaca anunció las designaciones de su gabinete, no sorprendió el que en su mayoría sean abogados, reconocidos juristas hidalguenses y personajes vinculados al sistema de justicia, pues hoy vemos que se requiere un andamiaje legal muy efectivo para poder diseñar acciones de gobierno que sean contundentes con el fin de vincular a proceso a los detenidos, para dar la batalla contra el robo de combustible y para comenzar la transformación del sistema de impartición en la entidad.
