La cuenta regresiva está llegando a su fin y hoy solo restan menos de cinco días para que las actuales administraciones municipales y la estatal concluyan con su función para dar paso a sus relevos que ya traen su planeación basadas en necesidades prioritarias, que como se van, son muchísimas.
Y es que las carencias en muchos renglones por parte de los gobiernos de Tampico, Altamira y Ciudad Madero han sido poco más que notorias y la actitud de quienes se van, más allá de lo indolente, valemadrista, lo que se ha traducido en un área de oportunidad para los que llegan, que empezarán de cero o por debajo.
A más de uno escuché decir, al interior de los propios gobiernos claro, que su trabajo había sido más destacado en comparación de lo hecho en tal o cual municipio y la realidad es que no hay parámetros para distinguir un legítimo progreso cuando heredaron obras ya iniciadas y que solo fueron canalizadas a una obligada continuidad.
Entre los elementos a reprochar a quienes finalmente se van, podríamos citar su desinterés abierto a gestionar recursos federales que están perfectamente etiquetados para beneficiar zonas metropolitanas y que en muchas otras regiones del país si los aprovechan. Las reuniones en este sentido debieron realizarse solo para tomar café y guardar el momento en fotografías.
Desde luego lo que más nos deben los políticos, muchos de los cuales desaparecerán del escenario al menos por los próximos dos años, es un empeño serio en la solución de los problemas ligados a la inseguridad y por el contrario en indirecta complicidad con la delincuencia que sigue volviendo víctima a la sociedad de la región, a los ciudadanos que gobiernan.
Con la sustitución de los gobernantes y considerando el tiempo que estarán al frente de sus respectivas administraciones se cree que tratarán de hacer mucho con poco, de ello dependería su eventual reelección, ganando los gobernados.
Por último referir que las ceremonias de transferencia de poderes están programadas para este viernes por la tarde, aunque legalmente inician las nuevas en el primer minuto del sábado. ¿Quién gobernará entonces en cuatro o cinco horas que sobrarán del viernes?.
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Hasta la próxima.
