Que al gobernador Alejandro Armenta se le vio de muy buen ánimo durante su visita a la Ciudad de México, donde sostuvo una reunión privada con la presidenta Claudia Sheinbaum para revisar temas que podrían traer noticias en materia de
infraestructura, salud y deporte para la entidad. El mandatario estatal subrayó la importancia de mantener una coordinación fina con el gobierno federal, pues solo así se podrá avanzar en los proyectos estratégicos que quiere consolidar como sello de su administración.
Que volvió a quedarse en el aire la cuarta audiencia por el caso de violencia familiar contra Javier N. y que otra vez se suspendió por la ya conocida “estrategia médica” de su defensa. El Tribunal aceptó el argumento de una presunta enfermedad del abogado del exfuncionario priista, la misma justificación que una y otra vez ha frenado el avance del expediente. Quien no ocultó su molestia fue Helena Monzón, hermana de Cecilia y representante legal de la familia, al subrayar que el litigante del ex candidato a la gubernatura sí estuvo presente horas antes en la audiencia por feminicidio.
Que en las filas del PAN poblano no cayó del todo bien la aparición de Eduardo Rivera en un evento de Movimiento Ciudadano. Pero el diputado local Marcos Castro salió al paso para apagar el fuego y aseguró que el ex edil sigue siendo “de hueso azul” y que su visita al acto naranja fue mera cortesía y amistad con el priista Néstor Camarillo. Sin embargo, para nadie es secreto que no es el primer acercamiento del político con el partido fosfo fosfo y que seguro en 2027 pueda requerir el fuero de quien se lo proponga.
Que por cierto, hablando del PAN, la diputada local Celia Bonaga, pidió a su dirigente nacional, Jorge Romero, que “le dé una revisadita” a lo que pasa en las oficinas estatales. Dijo que la falta de liderazgo ya dejó de ser un incómodo rumor para convertirse en algo evidente. Advirtió que al panismo local le urge organización y cohesión, ingredientes que hoy parecen escasear en la receta. Aun así, confió en que el llamado sirva para que se tomen cartas en el asunto, antes de que el desorden crezca.
