Que Karla Rodríguez Palacios, diputada local por el Partido Acción Nacional (PAN), presentó una iniciativa para que se establezca una imagen institucional y se utilicen colores neutros en los bienes y obras públicas, con la finalidad de prohibir tonos relacionados con personas o institutos políticos. De los meses de esta Legislatura, es algo sensato que se ha leído o escuchado, porque es muy bananero que a la entrada de cada gobierno, según los colores distintivos del partido que los postuló, fachadas de edificios, uniformes de empleados, vehículos oficiales, placas de circulación vehicular, mobiliario urbano deban cambiar de tono … un gasto inútil y absurdo.
Que curiosamente Eloy Meléndez, el flamante rector o director de la Universidad “Ganso” (no Pato) de Medicina de la 4T, le impone a los estudiantes la ropa del color del partido Morena, el guinda, y la respetable bata blanca, como si fueran alumnos de la escuela de cuadros del partido, igual que los uniformes de primaria en Cuba.
Que la justicia federal se negó a darle entrada al juicio de amparo promovido por el auditor Superior suspendido, José Francisco Romero, por lo que será el Congreso del estado quien determine la designación de un nuevo titular, al tener medidas tutelares contra Romero por una denuncia de violencia familiar. Con las prisas y sin cuidar las formas, en la ASE se apresuraron a designar a Rubén de la Fuente como “nuevo” auditor porque declinó por el derecho de prelación Víctor Hugo Aguilar; esto solo es temporal por ausencia del titular en un periodo menor de 30 días. Lo único cierto es que hay un desaseo total.
Que el jueves 17 se cumplieron 80 años de la fundación del Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla (Oanton), el cual marcó el inicio de la astrofísica moderna en nuestro país. El observatorio reportó descubrimientos astronómicos importantes y fue la simiente del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe) El Observatorio fue fundado en 1942 por Luis Enrique Erro y en Tonantzintla convergieron algunos de los jóvenes físicos, matemáticos, astrónomos y técnicos más talentosos y entusiastas de aquella época: Guillermo Haro, Luis Rivera Terrazas, Carlos Graeff, Fernando Alba, Félix Recillas y Enrique Chavira, entre otros.
