QUE el abogado Ricardo Velázquez regresa como magistrado del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del estado, y como la forma es fondo, ahora suma en su haber dos experiencias como consejero jurídico del gobierno del estado, en los sexenios de Mario Marín, en plena crisis y debacle del gobierno priista, y ahora a la mitad del sexenio de la 4T.Seguramente Velázquez nunca revelará el punto de quiebre en la relación con el gobierno de la 4T de los asuntos jurídicos delicados de controversias legales de las que se hizo cargo, para no especular del caso de mayor conflicto con el sector privado, a diferencia del resultado con Marín, a quien lo salvó en la SCJN de un juicio político por el caso Lydia Cacho, pero al final Marín le pagó mal. ¿Se repitió la historia? Es pregunta para juristas.
QUE al viejo estilo del PRI con sus partidos satélite como el PPS, PST... Morena, del gobierno de la 4T, echa mano de sus paleros y patiños en las elecciones de gobernador en seis estados, al sumar al títere de Fuerza Por México.El renegado morenovallista que nunca aclaró el destino de los recursos del Fonden para reconstruir casas en la Mixteca dañadas por el sismo de 2017, Gerardo Islas, difundió una fotografía con Mario Delgado, líder nacional morenista, para anunciar la “alianza” en 2022 y refrendar “nuestro apoyo al Presidente”, tuiteó el empleado de Ricardo Monreal, dueño de la franquicia partidista.
QUE a Jorge Lepe, secretario de Gobernación de la capital, le encanta la simulación en el presunto combate al comercio informal dominado por las mafias de delincuentes, ya que en plena avenida Reforma siguen los ambulantes con sombrillas y carritos con productos comestibles.
QUE en el discurso oficial se escucha bien bonito cómo ofrecen defender a los usuarios de los abusos en las tarifas de los servicio de taxis de plataforma, pero en la vida diaria los conductores imponen sus precios y no hay autoridad que se los impida, en detrimento de la economía de los poblanos.Este fin de semana, por ejemplo, un viaje en Didi o Uber costaba 24 pesos por la mañana, sin embargo, después de las seis de la tarde, el mismo costó hasta 149 pesos, y Uber justificó el altísimo precio a la demanda de vehículos. ¿Y quién los regula?