Que si alguien está muy bien informado sobre lo que sucede en Quintana Roo es el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien declaró saber que el caso de su paisana Victoria, a quien cuatro policías sometieron hasta la muerte en Tulum, era “peor” de lo que parecía y que había “más agresores”, especie confirmada ayer cuando se informó de la detención de la pareja de la víctima por abuso sexual contra una de sus hijas. El mandatario no dejó pasar la oportunidad de darle un rozón al canciller Marcelo Ebrard, quien había dicho antes que no había más información que la ofrecida por la fiscalía estatal. Segundo round entre estos personajes.
Que mientras Morena sigue sin decidir candidato a gobernar Mérida y se multiplican las protestas por la eventual imposición de un nombre desde el centro, el proceso de registro avanzó con el actual alcalde, Renán Barrera, listo para reelegirse por Acción Nacional, y de Jorge Carlos Ramírez Marín, por PRI y PRD, con el antecedente de haber sido el único senador del tricolor en haber ganado su escaño por el voto mayoritario de los yucatecos en los comicios de 2018.
Que no fueron militantes de Morena los que salieron en defensa de Porfirio Muñoz Ledo, obstaculizado por la dirigencia de Morena que encabeza Mario Delgado para reelegirse como legislador, sino la panista Laura Rojas, quien acaso por quedar también descartada por su partido para repetir, pese a haber sido presidenta cameral, aseguró que ambas marginaciones solo demuestran que la fórmula no es profesionalización legislativa, sino lealtad a los dirigentes de partidos, por lo que llamó a “revisar el modelo”.