Que una de las líneas de investigación que trabajan autoridades capitalinas por el ataque contra la lideresa de comerciantes Diana Sánchez Barrios, quien recibió cuatro balazos y la reportan delicada, es sobre una posible disputa entre integrantes de la familia por las zonas operativas de sus agremiados en el Centro Histórico de Ciudad de México, sin descartar la posibilidad de que sea un trabajo encargado por La Unión Tepito, episodio en el que falleció el esposo de la también diputada priista. Por cierto, la autoridad central ya mandó a 330 policías más a patrullar la zona del crimen.
Que en su visita por el sur del país, los dirigentes nacionales de Morena, Luisa María Alcalde, Carolina Rangel y Andrés López Beltrán, se dieron tiempo de viajar en el tramo Mérida a Cancún del Tren Maya, donde fueron bien recibidos por los demás pasajeros y habitantes de las localidades llegando a tiempo a su asamblea informativa. Hay que recordar que estos viajes están presupuestados para las 32 entidades con el objetivo de “fortalecer” el movimiento después de las elecciones, el relevo en el gobierno y el cambio en el CEN.
Que por cierto, Luisa María Alcalde expuso en Cancún que el ex presidente Felipe Calderón “tiene responsabilidad” en los nexos entre el crimen organizado y su ex colaborador Genaro García Luna, sentenciado a 30 años de cárcel en Estados Unidos esta semana, porque “a lo baboso” le pegó un trancazo al avispero en su guerra contra el narcotráfico y detonó una situación de violencia desmedida en todo México.
Que el presidente de la Comisión de Justicia del Senado, Javier Corral, rechazó que haya “dados cargados” para decantar un proceso que favorezca la reelección de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pero un dorito después el vicecoordinador de Morena, Ignacio Mier Velazco, confirmó que se trabajará “para lograr el consenso y pueda ser reelecta” la servidora en ese cargo. ¡Ah, menos mal!