Que ayer se publicó la convocatoria de Morena, que encabeza Mario Delgado, para los interesados en una diputación federal o senaduría mientras que otros están a la expectativa de lo que sucederá ya no el próximo lunes, sino el 10 de noviembre, cuando se anuncie por fin a los virtuales candidatos a gobernar nueve entidades. Dicen desde círculos de la dirigencia que si algún aspirante intenta reventar el resultado y la unidad, su decisión no solo repercutirá en su futuro político, sino en el de quienes le prestaron apoyo y aspiraban a algún otro cargo de elección popular.
Que por cierto, la senadora Lucy Meza, aspirante marginada para competir por el poder en Morelos, anunció que ya evalúa “todas las opciones” para continuar con su proyecto, entre las que figuran Movimiento Ciudadano, como dicen en la Cámara alta, o en el PRI, como se presume en esa entidad. En su mensaje por redes sociales aseguró que no está de brazos cruzados, acusó a los guindas de “mentir, robar y traicionar”, y atribuyó todo a una trama armada por el gobernador Cuauhtémoc Blanco.
Que después de la convocatoria de Morena para la reelección de legisladores, Citlalli Hernández, secretaria general, dijo sobre la renuncia de gente como Cecilia Sánchez que no se ve bien que quien llegó por el voto de la 4T se vaya a un partido antagónico. Por cierto, en Chihuahua ya alzó la mano la diputada Lilia Aguilar para ir al Senado y da por hecho el apoyo de Claudia Sheinbaum y Gerardo Fernández Noroña. A ver.
Que dicen en los pasillos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que la presidenta ministra, Norma Lucía Piña, suele reunirse los lunes con un grupo en el que figuran personajes como Lorenzo Córdova, José Ramon Cossío Díaz y Claudio Flores, entre otros, en un domicilio de San Ángel convertido en cuarto de guerra donde discuten las estrategias para la gestión de temas de impacto mediático o político que enfrentan ella y el mismo máximo tribunal, confrontado un día y otro también con el Poder Ejecutivo y Morena.