Que no se trata de una venganza, como dirían los malpensados, pero la mayoría de Morena encabezada por Ignacio Mier Velazco en la Cámara de Diputados perfila desde ahora un recorte presupuestal a la Suprema Corte para 2024, luego de que los ministros invalidaron el plan B de reforma electoral promovido por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Y es que según legisladores de la bancada guinda, como Hamlet García, es un “reclamo popular” poner fin a excesos y lujos de los servidores públicos. De prosperar, ya les tocará baja salarial también a Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel.
Que en la primera semana de recorridos de los aspirantes de Morena quedó claro que dos le salieron respondones, con Adán Augusto López Hernández bateando el financiamiento de 5 millones de pesos para “viáticos” y Marcelo Ebrard desoyendo el llamado a evitar expresiones que impliquen actos anticipados de precampaña en la lógica del Instituto Nacional Electoral y de la oposición, que trae marca personal contra las corcholatas. El ex titular de Gobernación ha sido advertido de que de todos modos será fiscalizado y el ex canciller de que pone en riesgo su cometido.
Que Olga Sánchez Cordero, ex secretaria de Gobernación y hoy senadora, consideró que la sociedad no tiene madurez para aceptar que mujeres preparadas lleguen a posiciones de poder y recordó que como funcionaria federal sufrió de misoginia y del mote de “florero”, por lo que llamó a que paren los ataques contra la nueva titular en Bucareli, Luisa María Alcalde, que han salido del Poder Legislativo, redes sociales y hasta medios de comunicación.
Que por cierto, el presidente Andrés Manuel López Obrador contó que como secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde no tenía buena relación con Napoleón Gómez Urrutia, secretario general del sindicato mexicano de trabajadores mineros y senador por Morena. El mandatario explicó que con la llegada de Marath Bolaños al relevo se intentará resolver el largo conflicto entre Grupo México y el gremio por los casos de Cananea y Taxco.
