Que si alguien salió de Palacio con una sonrisa como si acabara de ver el concierto de Rosalía en el Zócalo fue Ricardo Monreal, quien después de dos años volvió a ser convocado a un encuentro con el Presidente en tanto senador, pero con trato de corcholata, sentado con el mandatario junto a Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. La cosa no paró ahí, porque al final de la reunión con los legisladores “que representan con dignidad a México”, AMLO apareció junto al zacatecano en la foto del recuerdo.
Que por cierto, Ricardo Monreal dijo que seguirá al frente de la coordinación de los senadores de Morena hasta que sus compañeros lo digan, por lo que aseguró que no se tocó el tema en el cónclave de anoche en Palacio Nacional, y compartió que la única línea que recibieron del mandatario fue “de estima y de compañerismo” en la bancada. El canciller Marcelo Ebrard, en tanto, dijo que vio a su jefe “muy bien, contento, lúcido y con la claridad política que le caracteriza”.
Que después de refutar “las infamias” esparcidas contra la UNAM y responder los señalamientos de algunos diputados, el rector Enrique Graue precisó que el crecimiento de la matrícula en su gestión ha sido de 20 mil lugares para licenciatura y se han creado carreras, además de que se da atención a toda denuncia de violencia de género. Durante la reunión para la entrega de la Cuenta Anual 2022 a la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior, el doctor reivindicó la apuesta puma por la transparencia.
Que el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, recurrió a un ex funcionario para su defensa legal, pero no a cualquiera, sino a José Ariel Morales López, otrora director de la Administración de Servicios Integrales de Capacidad Penitenciaria y que también fuera imputado por la FGR por pagar un sobreprecio millonario en los contratos de construcción y prestación del servicio de prisiones federales en ocho estados. Vaya, vaya.
