Que bien a bien es incierto si el líder nacional del PAN, Marko Cortés, quiso madrugar o se resbaló de nuevo, ahora con el improvisado destape de Enrique Vargas para la gubernatura del Estado de México, pues se adelantó al acuerdo con la alianza Va por México una vez que el PRI todavía no define a quién postulará y el PRD ya tiene listo al diputado Omar Ortega, con pocas posibilidades. Por lo pronto el ex presidente Felipe Calderón aprovechó la confusión para asegurar que el dirigente panista quiere “sabotear” la coalición opositora, sin considerar que quizá el apuro se debe al humo blanco en el cuartel de Morena.
Que por cierto, ante la inminente salida de Delfina Gómez de la Secretaría de Educación Pública, el nombre que más suena entre los morenos para ocupar esa silla es la ex candidata a la gubernatura de Aguascalientes, Nora Ruvalcaba, quien cumple con todos los requisitos necesarios: ya demostró lealtad al movimiento, peleó en las pasadas elecciones y de pilón es maestra. Más aún: el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que será una mujer la que releve a la de Texcoco, aunque con la 4T, ya lo sabe usted, todo puede pasar.
Que para la mayoría de Morena, liderada por Ignacio Mier en la Cámara de Diputados, más vale demasiado tarde que nunca jamás, pues una semana después de inaugurar su parlamento abierto sobre la reforma electoral envió invitaciones a los 11 integrantes del Consejo General del INE, que preside Lorenzo Córdova, y a los siete magistrados del Tribunal en la materia que encabeza Reyes Rodríguez, así como a rectores de instituciones como Enrique Graue, de la UNAM, entre otros personajes.
Que el derrumbe de la mina en Coahuila puede influir en la decisión para elegir candidato de Morena a la gubernatura de ese estado pues dicen por esos lados que Abel Alvarado Tijerina es el representante legal de la empresa involucrada y, para más señas, es medio hermano del senador Armando Guadiana, aspirante a la postulación, quien por lo demás ya se deslindó de la tragedia.
