Que el subsecretario Hugo López-Gatell llegó ayer de aparente buen humor a su encuentro privado con la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados y expuso por cerca de media hora la misma presentación de las “mañaneras”, tratando a los legisladores como “alumnos de secundaria”, según versión de los opositores. Todos tranquilos hasta que el emecista Jorge Álvarez Máynez comenzó a compartir en redes sociales algunas frases del funcionario y el perredista Luis Cházaro reprobó el manejo de la pandemia y lo responsabilizó de cientos de miles de muertos por covid-19, dando como resultado que el responsable de la estrategia contra el coronavirus se lanzara contra la vicecoordinadora del PRD, Elizabeth Pérez, acusándola de grabar la reunión. Un desastre y sesión reventada.
Que las fichas de intercambio se pusieron sobre la mesa en la reunión del PAN y la 4T: el gobierno federal espera que el panismo ceda y apruebe sus reformas o, al menos, se ausente para equilibrar las votaciones, mientras que los blanquiazules guardan la esperanza de que Francisco Javier García Cabeza de Vaca no sea aprehendido al terminar su mandato en Tamaulipas y Ricardo Anaya pueda volver a la contienda presidencial. Por cierto, inocencia o espíritu navideño, Marko Cortés presumió que exigió al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que Andrés Manuel López Obrador “pare su estilo” con el que exhibe a opositores y hasta crearon la “mesa de diálogo de la tolerancia”.
Que autoridades federales dicen tener localizado al empresario Rafael Zaga Tawil después de un cateo a una de sus propiedades y a la intervención de una serie de comunicaciones indirectas con Benjamín Podoswa, director general de la Sección Amarilla, por lo que confían en detenerlo a aquél y a Elías Zaga en breve, como pasó antes con su hermano Teófilo Zaga, cuando se cumplirá un año de que un juez federal ordenó su captura como presuntos responsables de operaciones con recursos de procedencia ilícita.