Que el PRI se fracturó esta semana por el voto a favor de los diputados Dulce María Sauri y Rubén Moreira para el periodo extraordinario en el que se aprobó la propuesta del Presidente sobre la compra de medicamentos en el extranjero y que, argumentan, tuvo el aval de su dirigente nacional, Alejandro Moreno, a contracorriente de los compromisos de Miguel Ángel Osorio Chong con el bloque opositor del Senado. Por supuesto, no faltan los malpensados que ven una decisión por miedo a ser incluidos en las mentadas grabaciones de Emilio Lozoya, que nomás no aparecen, o en los supuestos moches para persuadirlos.
Que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, recibirá este viernes al embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, para hacer un importante anuncio conjunto de inversión que tiene que ver con la reactivación económica y con el T-MEC. Hay que recordar que en días pasados la armadora Ford expresó su inconformidad por el cierre parcial de sus plantas en esa entidad, cuyos efectos ponen en riesgo la producción en las sedes estadunidenses.
Que la bancada panista encabezada por Juan Carlos Romero Hicks en la Cámara de Diputados detalla una demanda de amparo para pedir al Poder Judicial de la Federación que ordene al presidente Andrés Manuel López Obrador usar cubrebocas en actos públicos, como medida de prevención ante la pandemia de covid-19, con el argumento de que el mandatario es la figura pública y referente de mayor relevancia en México y, en consecuencia, tiene el deber de dar el ejemplo y portar mascarilla, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Que el pasado martes por la noche, Napoleón Gómez Urrutia acudió a la sede nacional del sindicato minero para reunirse con integrantes del comité nacional, a quienes dio una instrucción tajante: todos los líderes deben sumarse a la venta de boletos de la rifa relativa al avión presidencial. A regañadientes, cada asistente se hizo de 50 cachitos que repartirán entre sus huestes. “¡Ese apoyo sí se ve!”.
