Que con motivo del presupuesto de egresos que ejercerá la Federación en 2023, y que está prácticamente definido, el gobernador, Miguel Ángel Riquelme, volvió a quejarse de que a Coahuila no le dan lo que le corresponde. Por cierto, ni a ninguna de las entidades. O al menos es de lo que se queja todo mundo.
Ponderó la importancia de un plan como el de Agua Saludable para La Laguna, que está en marcha, pero a costa de reducir a drásticamente a cero los recursos para carreteras, el campo, guarderías y desarrollo económico. En cuatro años el gobierno federal le ha suprimido a Coahuila recursos del orden de los 18 mil millones de pesos.
De 2018 a la fecha los apoyos para el campo han disminuido en un 18 por ciento. Riquelme Solís asistió en esta ciudad a la presentación del Plan Director de Desarrollo Urbano 2020-2040 por parte del alcalde, Román Alberto Cepeda, y luego en rueda de prensa dijo que globalmente la Federación destinará a Coahuila 52 mil millones de pesos, un 8 por ciento más respecto a 2022, cuando el presupuesto nacional tiene un incremento de casi 11 por ciento. Lo que obliga a ajustarse el cinturón y a volver más eficiente el uso del dinero público.
Que lo prometido es deuda. Al legislador Jericó Abramo Masso le hicieron fuerte los priistas más fuertes de Coahuila durante la lectura de su informe legislativo. El mandatario estatal hizo alusión en sus redes sociales a que el diputado hizo fuerte a la entidad con su labor de gestoría. Lejanos quedaron los tiempos en que Jericó amenazaba con irse del partido. Ha funcionado el arropamiento de todos los priistas para Jericó.
Que quien más pronto que tarde comenzó a poner distancia de por medio con su anterior jefazo, es el ex subsecretario de gobierno Jorge Mojica, quien declaro públicamente que lo que le suceda a su ex patrón es algo que no le compete, que él se dedicó a trabajar y que jamás se dio cuenta de los fraudes que se estuvieron haciendo en la pasada administración.
Que lo curioso es que al subsecretario se le olvida que la empresa que tiene en conjunto con su esposa Yadira Narváez recibió grandes contratos durante el sexenio, siendo Aispuro su benefactor, lo cual parece que ya se le olvidó.
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