Que de donde menos lo esperó, apareció alguien en Tamaulipas a callar a Alejandro Rojas Díaz Durán. Fue Rodolfo González Valderrama, delegado de los Programas Sociales, quien le pidió “bajarle dos rayitas a su volumen” con el cuento de querer quitarle a Américo Villarreal Anaya su candidatura a la gubernatura, ganada en la encuesta interna.
Que esto le asesta un duro golpe al senador suplente, quien precisamente apoyó a Rodolfo en dicho proceso en diciembre pasado. Además, el pedirle “unirse al aspirante” viene de uno de los personajes más fuertes entre los llamados fundadores del partido-movimiento.
Que este jueves fue un mal día para el morenista Armando Zertuche, ya que le llovieron reclamos tanto de su propio partido como de la oposición. Primero, el alcalde de Madero Adrián Oseguera lo culpó de la hospitalización de la diputada Leticia Vargas pues, dijo, la obligó a ir al Congreso del estado con síntomas de covid.
Que el presidente de la Junta de Coordinación Política fue además acusado por Imelda Sanmiguel de violencia de género, pues la panista asegura que la amenazó con removerla de la mesa directiva. Al conflicto se sumó Luis René Cantú, quien llamó cobarde al ojiazul “por gritarle” a una dama, misma que, por cierto, recibió un extrañamiento por tomarse atribuciones sin consultar al Pleno.
Que por cierto, Gustavo Cárdenas se les fue duro a morenistas y panistas, pues en tribuna les dijo: “aquí nadie es embajador del gobierno estatal y federal”. Lo anterior, fue por la actitud de Imelda Sanmiguel de intentar revertir por todos los medios la votación para cambiar los vetos enviados por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
Que como balde de agua fría seguramente cayó sobre el doctor Héctor Pérez Monsiváis lo dicho por Magdalena Peraza en el sentido de que José Luis Sánchez Sustaita -su recomendado y ex colaborador en el Ayuntamiento de Tampico- llegaba a la jefatura de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos para mejorar el trabajo de la dependencia estatal. _