Que el tiempo se agota para que los diputados federales oriundos del estado cumplan el encargo que les hizo el gobernador Américo Villarreal Anaya desde el pasado 16 de septiembre, buscar más recursos para Tamaulipas, luego del “ajuste” de más de mil millones de pesos en el fondo de salud. Ni aliados y mucho menos opositores han dicho esta boca es mía.
Que Isidro Vargas le dio un caramelo a la oposición con su idea de subir las tablas catastrales cada año conforme a la inflación y que la gente pague cada vez más predial, una propuesta lesiva a todas luces para la economía popular, pero por si alguien estaba con el pendiente de qué piensa el diputado Ismael García Cabeza de Vaca, ya lanzó la advertencia: él votará en contra.
Que el secretario del Ayuntamiento de Victoria, Hugo Reséndiz anda muy metido en su labor de promoción política de cara al 2027, yéndose por la libre en un proyecto donde no por mucho madrugar amanece más temprano. Su activismo es visto con recelo por no pocos tiradores a la silla municipal, y con indiferencia por las autoridades electorales.
Que dicen los que saben, que con los nuevos ministros de la Suprema Corte, difícilmente procedería una controversia constitucional contra la Ley de Amparo, como anunció la ex diputada y ex dirigente priista Aída Zulema Flores Peña, quien considera la reforma una regresión, y hace ver que eso lo dice hasta Olga Sánchez Cordero, además de que no se tomó en cuenta a los colegios de abogados.
Que en agradecimiento por el apoyo brindado en Pánuco Veracruz y la región durante las recientes inundaciones, ciudadanos enviaron al gobernador de Nuevo León, Samuel García, nada menos que un zacahuil, platillo típico y orgullo de la huasteca.
En un video, dijo que el “tamal gigante” era un deleite, mientras lo degustaba junto a su hija.
Que va de nuevo, los productores agrícolas del norte de Tamaulipas se alistan para participar en otro paro nacional este próximo lunes, para seguir presionando al gobierno federal a buscar soluciones a su larga lista de problemas que arrastran por décadas, pero que se acentuaron justo con la llegada de la 4T a la Presidencia de la República.