Que la zona sur de Tamaulipas se volvió una prioridad para prevenir desastres por inundaciones para el gobernador Américo Villarreal, quien encabezó una reunión con la intención de prevenir afectaciones por el desbordamiento del río Pánuco, el cual está en niveles críticos.
Que la alcaldesa Mónica Villarreal Anaya recorrió las colonias cercanas al Pánuco para entregar apoyos alimentarios a las familias que habitan en las colonias vulnerables. Además, se aprovechó para exponer el riesgo potencial por el desbordamiento del río.
Que al secretario de Servicios Públicos de Tampico, Edmundo Malagón Infante, los medios intentaron preguntarle cómo le había ido en los primeros días de trabajo, pero lo que hizo fue huir, diciendo que tenía una reunión importante, aunque jamás regresó.
Que el diputado local Pepe Schekaiban tomó protesta como coordinador regional de la zona noreste de la Red de Legisladores Estatales para el Cambio Climático, una actividad de los legisladores de Acción Nacional enfocada en la protección del medio ambiente.
Que anduvo por Tampico el secretario técnico de la Auditoría Especial del Gasto Federalizado de la Auditoría Superior de la Federación, Roberto Borrego. Se reunió con alcaldes y tesoreros de diversos municipios, aunque quizá por el problema de las inundaciones no se vio a los de la zona conurbada. Hasta Mariela López y Verónica Aguirre se descolgaron desde Xicoténcatl y San Fernando.
Que en las redes sociales se recordó el onomástico de Salvador Barragán Camacho, personaje fallecido en 2001 que a las nuevas generaciones no les dirá mucho, pero es protagonista de la historia de Ciudad Madero, el sur del estado y de todo Tamaulipas. Fue líder del STPRM, integrante varias veces del Congreso de la Unión y activo promotor del deporte profesional. Su nombre no se puede separar del de su mentor Joaquín Hernández Galicia, a quienes la historia separó aquel 10 de enero de 1989, tras el episodio conocido como “El Quinazo”.
