Que no faltará quién le diga a Claudia Sheinbaum cuando vaya a Matamoros próximamente que Mario López, quien gracias a Morena fue alcalde seis años, ahora como candidato a diputado federal por el Verde, pide no votar por el partido guinda. ¿Cómo se lo va a explicar a la candidata presidencial? Sin duda, a ella no le va a caer nada en gracia.
Que la abanderada de la coalición Sigamos Haciendo Historia viene a Tamaulipas el próximo martes para visitar la zona fronteriza, donde se encuentra la mayor parte del electorado estatal, y seguramente en su mensaje no dejará pasar la perla dada en bandeja de plata por la panista Xóchitl Gálvez, al declarar que quiere cerrar la refinería de Ciudad Madero.
Que toda clase de hipótesis surgieron con la renuncia de Magdalena Peraza a su candidatura del PAN por el Distrito 22. La primera es una presunta declinación por Mónica Villarreal pues, argumentan, la candidata morenista en Tampico gestionó la salida de la ex alcaldesa “por su amistad”. Otros, señalan, la situación de salud de la maestra fue factor.
Que por ahora, Acción Nacional deberá reponer cuanto antes la vacante y, si bien la intención es una mujer para cubrir la equidad de género, no está descartado un hombre. ¿Un intento de reelección de Nora Gómez? ¿Se apuntará Rosario González aunque vaya por la vía plurinominal? ¿Alguna sorpresa? Vaya dilema.
Que algunos priistas que no se soltaron el pelo el pasado sábado difundieron videos donde le recuerdan a Baltazar Hinojosa Ochoa, cuando él fue candidato del PRI a la gubernatura en 2016, su deslinde públicamente de Eugenio Hernández y otros ex gobernadores. ¿Quién no recuerda aquel épico “no soy Tomás, no soy Eugenio, no soy Egidio”?
Que la estrategia de candidatos y partidos en la campaña federal en poner lo menos posible lonas en reuniones privadas o argumentar “no es evento de nosotros”, trae locos a funcionarios del INE, pues no saben qué contabilizar como gastos de campaña. La acción es pareja, todos los aspirantes la aplican.
