Que la participación del gobernador Américo Villarreal Anaya en el Consejo Nacional de Seguridad Pública reafirma el compromiso de Tamaulipas con una coordinación plena para impulsar la Estrategia Nacional de Seguridad. Su discurso centrado en el bienestar y la seguridad, alineado con el trabajo federal, envía una señal positiva y esperanzadora para el futuro del estado.
Que el regidor de MC, Daniel Pérez, puso sobre la mesa una inconformidad ampliamente compartida en Victoria: ¿por qué la capital sigue fuera de la tarifa 1F —la de clima extremo— cuando los termómetros superan los 40 grados? El regidor exige explicaciones, pues resulta incomprensible que este problema básico siga sin resolverse. Las grandes promesas energéticas deben traducirse en algo simple y concreto: recibos de luz más bajos para una población que literalmente se cocina en verano.
Que la inauguración de los hospitales comprometidos por la Presidencia, ubicados en la zona sur del estado, podría retrasarse algunos días o semanas más, debido a los avances irregulares en diversas obras complementarias. Nada grave, pero sí suficiente para postergar los cortes de listón.
Que el regidor panista Alejandro Martínez no llegó con las manos vacías este jueves a la oficina de regidores: llevó un pastel para celebrar el cumpleaños de su compañero Rogelio Pérez Lara. Lo curioso es que ni siquiera sus compañeros de Morena recordaron el aniversario de uno de los regidores con mayor peso político en el Cabildo.
Que el edil panista Mon Marón aprovechó la sesión de Cabildo para insistir en la necesidad de crear un mecanismo electrónico que permita que los votos de los regidores aparezcan en pantalla, como en el Congreso… pero versión compacta.
Que el secretario de Salud, Vicente Joel Hernández, acudió a una graduación médica y aprovechó para alinear a los nuevos doctores con el “enfoque humanista” y las estrategias de la administración federal. Celebrar a las nuevas generaciones es válido, pero el reto real es operativo: garantizar plazas, insumos y hospitales dignos. El bienestar se construye en el terreno, no solo con aplicaciones de salud ni con discursos motivacionales.
