Que los temas políticos en junio y julio se van a poner calientitos, y no solo por lo que resulte de la elección para el Poder Judicial, sino porque el líder del Congreso, Francisco Vázquez, ya advirtió que llevarán a cabo más de un periodo extraordinario para desahogar los temas que tengan pendientes, entre ellos la convocatoria para elegir a quien se encargará, a partir de agosto, de tratar de arreglar el desastre en el que se ha convertido la Comisión de Derechos Humanos de la entidad.
Otro asuntito que va a ser de gran interés es el destino del Infoem, como se conoce al Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de México y Municipios, al que ya se le tocan las golondrinas y probablemente terminará integrado como una dirección más dentro del Poder Legislativo donde, aseguran, a pesar de achicarlo buscarán conservar su espíritu como instancia donde se ventile todo, a petición de quien desee información.
Que hablando de ventilar, como era de esperarse por la magnitud demográfica y política, el Estado de México, la entidad de los grandes números, se coloca a la cabeza en solicitudes para ser observador electoral en las extraordinarias para renovar parte del Poder Judicial federal y local. Lo llamativo también es que igualmente lidera en número de rechazos a las peticiones por no cumplir con los requisitos, principalmente el de no pertenecer a un partido.
Ya se avizoraba esa estrategia por parte de los llamados “institutos políticos”, pero hasta ahora el INE, que en estado encabeza Joaquín Rubio, los ha contenido al menos por ese flanco. A ver cómo transcurre lo que falta de campañas.
Que por cierto, habrá observadores por parte de la Coparmex Estado de México “para analizar cómo se llevó a cabo el proceso”, a pesar de que su presidente Julián Niembro Rivera señaló que en forma de protesta y en concordancia con la presidencia nacional de su organismo, rechazaron participar en la promoción y difusión de la elección judicial del próximo 1 de junio. Y pensar que en las elecciones convencionales son muy activos en cuanto a animar a la gente a votar.