Que muy tenso se encuentra el ambiente político en Almoloya de Juárez tras la publicación de espectaculares donde acusan al alcalde de presunta violencia de género y, peor aún, increpando a la presidenta del PRI, Ana Lilia Herrera Anzaldo de tratar de imponerlo para la reelección en la presidencia municipal.
Lo cierto es que de inmediato la mandamás en el tricolor mexiquense dio un rotundo no a la selección de candidatos con pasados de agresión contra las mujeres, a través de un mensaje en redes sociales. Se avecina una campaña difícil para todos los actores políticos.
Que ya ni sorprenden las “estrategias” de los políticos, de todos los partidos, en búsqueda de llamar la atención especialmente en tiempos electorales. Está claro que es parte de su naturaleza, pero es lamentable cuando pretenden “colgarse” de temas sensibles a sabiendas de que no aportan soluciones, sino solo su oportuna presencia en la foto.
Que en este proceso no podían faltar los temas que les brindan la oportunidad. Y ahí se les puede ver exigiendo, por ejemplo, que la gente tenga derecho al agua para sus necesidades más básicas, cuando fueron durante décadas parte del sistema que con su negligencia o en no pocos casos corrupción, dieron origen al problema que desembocó en la actual crisis de desabasto.
Que otro asunto doloroso para la sociedad también está siendo aprovechado en todos los niveles: el de la pequeña de Atizapán que sufrió abuso sexual y cuyo juez del caso emitió un fallo que exoneró al presunto agresor, revictimizando a la menor y a su familia. Pero todo es aprovechable para que los políticos “exigiendo justicia” y destinando la pifia jurídica, tengan sus 15 minutos de fama electoral. Lamentable.
Que sin embargo, y como es fácil de adivinar, ningún gobernante, representante popular o candidato ha atinado a aportar soluciones, limitándose a señalar los problemas de moda, entre los que no puede faltar la inseguridad pública. ¿Cuántos temas más se sumarán al banquete proselitista de las buenas conciencias? Aún faltan largos meses para el oportunismo.